El militar, tras la paliza en Huesca: "Hasta que no me operaron y llegué a la UCI mi cerebro no empezó a funcionar"
El agresor está en libertad cuatro meses después, el joven de 27 años muestra las secuelas de la brutal paliza
Pérdida del oído izquierdo, pérdida del 80% del oído derecho, pérdida del equilibrio crónico y una prótesis en el cráneo
Sobre el suceso: "No recuerdo nada, ecuerdo estar sentado en la silla y después en la UCI vomitando sin saber por qué estaba ahí"
Christian de Diego habla por primera vez en los medios de comunicación después de recibir una paliza que casi termina con su vida. El militar explica en 'El programa de Ana Rosa' en qué estado se encuentra tras recibir unos golpes brutales en la cabeza cuando increpaban a la novia de un compañero.
El presunto agresor del joven de 27 años se encuentra en libertad, haciendo vida con normalidad tras reventar la cabeza de la víctima contra el suelo. Mientras, Christian de Diego está de baja, tiene una prótesis en el cráneo, ha perdido el oído izquierdo, tiene que llevar un aparato para poder escuchar por el oído derecho. Un drama al que se le suma una pérdida del equilibrio que tendrá "de por vida".
Las secuelas de por vida: "Tengo que aprender a enfrentarme a esto"
El militar explica que la agresión en su cabeza le ha provocado graves secuelas: "Esto me ha ocasionado una pérdida de equilibrio crónica, ando en línea recta y me tambaleo, no puedo fijar bien la vista... mi otorrino me ha dicho que esto es crónico y que tengo que a aprender enfrentarme a esto, es algo complicado".
Desde que salió de la UCI, Christian confiesa que "he pasado los peores meses de mi vida, a día de hoy es algo que no encuentro explicación a lo que me ocurrió". Además, explica que el oído izquierdo "me lo han sellado, para evitar futuras infecciones" y que "en el oído derecho he perdido casi un 80% de audición, me tengo que valer para escuchar de un audífono".
Recuerdos de la paliza: "Caí noqueado y me reventé la cabeza"
Christian de Diego confirma que no recuerda absolutamente nada del momento de la agresión. Sobre la noche del suceso, explica: "Estaba con un compañero en una terraza tranquilamente tomando algo, eran la una y yo estaba esperando para irme para el cuartel".
Si embargo, a partir de ahí es cuando llega el paréntesis de la víctima: "Yo esperaba a mi compañero, recuerdo estar sentado en la silla y después en la UCI vomitando sin saber por qué estaba ahí". En cuanto a la agresión, dice: "Solo puedo contar del hecho todo lo que me hacen referencia los testigos".
Los compañeros y la camarera de local en el que estaban han sido los que han detallado a Christian qué ocurrió. La víctima, tras recopilar información, dice: "Yo creo que hay gente que toma unas cervezas o lo que sea y sale a pegar gente. Creo que encontraron a la novia del compañero, la increparon, no sé con qué intención...".
"Lo que me cuentan es que yo me acerqué al escucharla gritar y llorar, a por mi compañero fueron unas ocho personas", dice sobre el hecho. Luego, Christian declara: "Según me cuentan, simplemente al acercarme, sin abrir la boca, el presunto agresor me dio un puñetazo, caí noqueado y me reventé la cabeza contra el suelo".
"En la ambulancia, en teoría hablaba con las personas, pero yo he perdido la memoria a corto lazó, ahí la perdí hasta que no me operaron y llegué a la UCI mi cerebro no empezó a funcionar", confiesa con gran dolor.
Su futuro como militar está en el aire tras las lesiones
En cuanto a su futuro como militar, el joven de 27 años explica que "ahora tengo que esperar a los seis meses de baja, luego tengo que enfrentarme a un tribunal médico... es verdad que con mis secuelas, está todo en el aire y está complicado".
