Antes de asesinar a sus dos hijas en su casa de Moraña, David Oubel envió dos cartas. Una a su prima Pilar, otra a su novio. En ellas, Oubel deja entrever lo que a suceder y explica que está dejando todo atado. "La presión me venció. Me llevo conmigo parte de lo que más quiero", le escribe a su novio.