La Policía Nacional ha detenido a la mujer de un hombre de 45 años desaparecido desde el 1 de diciembre de 2019 como presunta autora de su muerte. El cadáver de Isaac, un expolicía local discapacitado por culpa de una enfermedad neurodegenativa, estaba enterrado a las afueras de la localidad valenciana de Godelleta, en una finca que tenía alquilada la presunta asesina y por la que habría estado pagando 120 euros al mes.
Según un amigo de la víctima, la pareja había hecho un trato: se casaban por la única razón de recibir sus cuidados a cambio de los derechos de pensión y a parte de su herencia.
Además, los investigaciones tratan de saber cómo cometió el crimen y si actuó sola, centrándose en el entorno más cercano de la detenida.
Según las investigaciones, la viuda envió mensajes desde el móvil de la víctima para hacer creer a la familia que se había suicidado. Los familiares de Isaac interpusieron dos denuncias de desaparición que se tradujeron en la difusión de su imagen y datos a través de dos asociaciones de ayuda a familiares de personas desaparecidas en España.
El día que fue asesinado, Isaac planeaba acudir a la fiesta de cumpleaños de un amigo. Ante su ausencia, sus parientes interpusieron las denuncias de desaparición el 5 de diciembre, y la policía comenzó a entrevistarse con ellos para aclarar las circunstancias del caso.