Así fue el mal primer tiempo que condenó a España en la Eurocopa

Felipe Rodríguez 27/06/2016 22:41

Un mapa de calor tremendamente revelador. En el primer tiempo, la zona de acción de De Gea aparece como único punto caliente de La Roja más allá de alguna aparición de Iniesta y Busquets muy lejos de la portería italiana.

Y es que es precisamente el área de la azzurra el que no presenta apariciones españolas en los primeros 45 minutos.

Por el contrario la selección transalpina si cuenta con una zona de acción muy transitada en la medular del área de De Gea, desde el punto de penalti hasta debajo de la portería.

Cierto que en la segunda mitad esas apariciones se revierten pero la efectividad italiana hizo que en tres ocasiones que se presentaron frente al portero español, una acabase en gol y dos en oportunidades claras para sentenciar el partido.

España si mejoró en esa parcela en la segunda mitad. Apareció en varias ocasiones frente a Buffon además de crear múltiples acercamientos que llegaron desde la banda derecha de Juanfran y Lucas Vázquez, que precisamente salió en el segundo tiempo. Aun así habían regalado los 45 minutos iniciales y eso le acabó costando la eliminación.

Por jugadores, los más adelantados del equipo italiano, Eder y Pellé, vivieron en la medular de De Gea durante la primera mitad y retrasaron su posición en la segunda para las ayudas en la presión y recuperación. Conte supo que sus hombres interpretaran dos guiones, el de la posesión y el toque en la primera parte y el de la recuperación y la contra en la segunda.

Sin embargo los Silva, Morata y Nolito apenas pisaron área rival en el primer tiempo. Cifra que se torna en dramática si quitamos al último de estos tres. Las cosas cambiaron con la entrada de Lucas Vázquez y Pedro pero sobre todo con Aduriz que a pesar de los pocos minutos que jugó por lesión siempre deambuló por la zona de influencia de Buffon buscando la ocasión de gol.

Ataque y defensa

Aunque a España le costó y mucho, acabó logrando la posesión del balón. Tuvo un 59.3% con 555 pases, una superioridad abrumadora sobre Italia (388) que ganó el partido gracias a su efectividad en el remate con siete de sus 11 remates que fueron a portería y dos acabaron en gol. 14 veces disparó España y solo en cinco ocasiones el balón fue entre los tres palos.

Además, la azzurra fue mejor en defensa con 19 intercepciones de balón por solo 8 de los españoles además de cometer más faltas (19 vs. 13) para detener el juego y ser amonestados con amarilla en solo tres ocasiones por cuatro de los españoles.