Una compañera de universidad de Marisa Martín Blázquez niega que llegase al matrimonio siendo virgen: "Se acostaban en mi casa"
Una compañera de universidad de Marisa Martín Blázquez cuenta en 'Tardear' que pilló a la pareja manteniendo relaciones sexuales antes del matrimonio
La mujer de Antonio Montero desmiente esta información en el programa y se dirige directamente a la que un día fue su amiga
Marisa Martín Blázquez niega ser reacia a tener una relación abierta con Antonio Montero: "Puedo haber cambiado de opinión"
La entrevista que concedió Antonio Montero en un podcast en la que habló de su relación con su mujer Marisa Martín Blázquez fue comentada por el matrimonio en 'Tardear' pues el periodista trató algunos temas íntimos, como la importancia que tenía para ambos llegar vírgenes al matrimonio.
Sin embargo, una compañera de universidad de ambos se ha puesto en contacto con el programa para desmentir esta información con una anécdota que ocurrió una noche en su casa. Tras escuchar las declaraciones de la que un día fue su amiga, la mujer de Antonio Montero estalla.
"Están contando el cuento de Caperucita"
Según la compañera de universidad de Marisa Martín Blázquez y Antonio Montero, el matrimonio estaría mintiendo: "Están contado el cuento de Caperucita. Se acostaban en mi casa". A la fuente de 'Tardear' le hace "gracia" que con la edad que tienen digan que han llegado vírgenes y le parece "ridículo", sobre todo porque, asegura, la pareja se acostaba en su casa.
Carmen Montes cuenta que ambos iban a su casa situada por aquel entonces en la calle Santiago Bernabéu a estudiar y que, en mitad de la noche le pedían que si se podían ir a dormir porque estaban muy cansados. Ella les indicaba que sí, que podían hacerlo en la que era la habitación de su hermano, el cual estaba estudiando en A Coruña. "Estaba clarísimo, y lo sabíamos el otro chico y yo que nos quedábamos, a lo que iban al dormitorio porque sabían que en mi casa no estaban mis padres, no había nadie", asegura.
La fuente del programa apunta que no eran vírgenes, "ni ellos, ni nosotros, ni ninguno. ¿Quién se va a comer que con 19 o 20 años eran vírgenes?". Y una prueba clara para la que un día fue su amiga es que al día siguiente de que se quedaran a dormir, tuvo que limpiar la habitación: "Yo cambiaba las sábanas, la manta y todo".
Marisa Martín Blázquez estalla contra su compañera de universidad
La mujer de Antonio Montero recuerda a la perfección las veces que fueron a su casa: tres. De hecho, "no era en la calle Santiago Bernabéu exactamente", señala. Y es que, según apunta Marisa Martín Blázquez, acudieron porque a Carmen Montes le gustaban mucho cómo hacía los apuntes porque "iba bastante poco a la uni", mientras que ella era "bastante brillante en los estudios".
"Creo recordar que en una ocasión nos quedamos a dormir. Pero vamos, en seis años de noviazgo, Montero contó el otro día que hemos dormido juntos muchas veces. Posiblemente, ese día que nos quedamos a dormir de las tres veces pues a lo mejor llega un momento que estábamos reventados y dormimos. Ahora que ella pasara y viera lo que sucedía mientras dormíamos: No, Carmen, no", señala la periodista.
A Marisa Martín Blázquez le sorprende que esta compañera se pusiera en contacto hace relativamente poco con ella a través de Instagram y de repente haya llamado al programa para decir esto: "¿Qué interés tienes si, en todo caso, la gente estaba alucinando es que en esa época fuéramos como dijo Montero que fuimos?". La periodista está indignada porque parece que su casa era su "picadero" : "Nosotros teníamos miles de casas, hemos viajado por el mundo... Si queríamos, podíamos haber estado en cualquier sitio".
En cuánto al cambio de sábanas, no es nada que a la mujer de Antonio Montero le parezca prueba de nada: "Yo siempre que alguien viene a mi casa pongo sábanas limpias y cuando se van las quito. Es una cosa de higiene pura y dura".
Sin embargo, asegura que ni le sienta bien, ni le sienta mal. "A estas alturas de mi vida, de verdad que hay cosas que me hacen gracia. Me parece un poco cutre que llame Carmen para decir esta cosa como anécdota que no va a ningún sitio", confiesa.