Ferran Adrià desvela quién era la única persona que tenía mesa en El Bulli sin reserva

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Conseguir mesa en El Bulli era una odisea
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MadridTener un restaurante de renombre y que triunfe no siempre es fácil. Detrás hay muchas horas de trabajo, mucho cuidado en los detalles y mucho esfuerzo por parte de todos, incluso se pueden dar todas estas cosas y no contar con el éxito que se merece, porque además de trabajo también se necesita suerte. Durante muchos años, Ferran Adrià estuvo al frente del El Bulli y consiguió convertirlo en un restaurante de vanguardia y en todo un referente.

El éxito del local hizo que durante mucho tiempo conseguir una mesa fuera una misión casi imposible, reservar con tiempo era imprescindible, por lo que lo mejor era apuntar la fecha en la agenda, no hacer planes alternativos y cruzar los dedos esperando que ese día a esa hora no surgiera ningún imprevisto, porque conseguir mesa era complicado, pero no poder acudir a la cita parecía imperdonable. Solo había una persona que podía acudir siempre que quisiera y sin reserva y es toda una sorpresa saber quién es. 

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La única persona que tenía mesa en El Bulli sin reserva

Se podría pensar que, siendo algo tan exclusivo, tiene que haber un fuerte vínculo entre Ferran Adrià y ese sujeto. Solo hay una persona en el mundo que podía acudir sin reservar para comer o cenar en El Bulli y, mientras que la mayoría podríamos pensar que es algún familiar cercano de Adrià, lo cierto es que ese privilegio le correspondía a Johan Cruyff.

El restaurante estuvo abierto hasta 2011, pero esto no lo comentó el chef hasta una entrevista posterior para ABC, tal vez por evitar que otros deportistas de élite presionaran al propio Cruyff para que les llevara o porque nunca le dio más importancia que tener un gesto con alguien a quien admiraba. “El único que siempre tenía mesa, seguro, era Cruyff”, explicaba en la entrevista. “Le admiraba mucho. Es el Steve Jobs del fútbol. El único que ha sido grande jugando y entrenando. Y cambió el fútbol”.

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“Si no reservabas con tiempo, ya te podías llamar como te llamaras. Había una demanda de 2 millones de personas”, explicó también Adrià sobre el éxito que cosechó con su restaurante a la hora de conseguir clientela. “El Bulli no era un restaurante de famosos. Los famosos no reservan con un año de antelación”. Parece que en el caso del cocinero, galardonado con tres estrellas Michelin, el fútbol consiguió que su corazón ganara a su cabeza. 

Cruyff, que fallecía en el año 2016, fue uno de los futbolistas más importantes de su generación, pero también uno de los más reconocidos a nivel mundial. Su talento en el campo se llegó a considerar a la altura de Pelé, considerándoles como el mejor y el segundo mejor del mundo. Además, su carrera estuvo estrechamente vinculada al Barcelona, algo que parece esencial para Adrià, quien es un gran aficionado al Barça, llegando incluso a rechazar abrir un restaurante en el Santiago Bernabéu por ese motivo: “siendo culé, no me resultaba fácil”, reconoció.