Una novia boho y vintage: así era el vestido de Marta López en su boda con el padre de sus hijos

Recordamos el primer vestido de novia de la exconcursante de 'GH' con motivo de su segunda boda
Marta López desvela qué opinan sus hijos de su boda con Alejandro Huerta, 16 años menor que ella
Marta López se casa con su novio, el fisioterapeuta Alejandro Huerta. Esta será la segunda boda de la exconcursante de 'Gran Hermano', que contrajo matrimonio por primera vez con el futbolista Jorge Cabezas en el año 2007, padre de dos de sus tres hijos. Entonces tenía 33 años y acababa de dar a luz a su primer hijo; ahora, con 51, vuelve a vestirse de blanco para casarse con el que fisio, 16 años menor que ella. Sus vestidos de novia (llevará dos) serán su secreto mejor guardado hasta el último momento. No obstante, recordar el que llevó hace 18 años es tarea obligada.
La colaboradora apostó por un diseño que se apartaba de los cánones clásicos y más minimalistas y que era un claro reflejo de su personalidad. De estilo muy marcado y con claras referencias vintage, se trataba de una pieza transformable, algo muy común en la actualidad, pero quizás menos visto en su época.

Se trataba de un vestido de corte sirena tejido en encaje blanco. La pieza llamaba la atención por su escote, apto tanto para la iglesia como para la ceremonia.
Para entrar al Monasterio de El Escorial, templo en el que se dio el 'sí, quiero' junto al futbolista, Marta llevaba sobre los hombros una especie de cuerpo de encaje y escote Bardot, recurso con el que intentaba ajustarse algo más al protocolo eclesiástico de cubrir los hombros bajo sagrado. Aunque ella los llevaba 'al aire', esta opción sí que era más discreta que la que luciría tras la ceremonia religiosa.
Y es que, una vez fuera de la iglesia, la colaboradora sorprendería desprendiéndose de esta parte del vestido, consiguiendo un look más desenfadado y sexy. La capacidad de transformación del diseño fue, sin duda, uno de sus mayores aciertos.

Uno de los elementos más llamativos del look es el velo o mantilla bordada que llevó en la cabeza. Colocado en forma de casquete, Marta apostaba por una tendencia poco vista que aportaba a su look un aire boho y romántico. Años más tarde, las novias más estilosas también se atreverían a llevarlo.
Este velo refuerza la estética boho-vintage por el que la novia apostó en su gran día. Para suavizar y equilibrar la fuerza que ya de por sí tenía la mantilla, llevó el pelo suelto, peinado peinado con ondas suaves. El maquillaje, en tonos cálidos y naturales, resaltaba su sonrisa y aportaba luz a su rostro.

En cuanto al resto de accesorios se refiere, la colaboradora optó por la idea de reducirlos al mínimo, lo cual fue una decisión acertada considerando la fuerza del casquete que lució. El ramo de novia estaba compuesto por rosas blancas y algo de verde. Su bouquet floral era sobrio, compacto y clásico.
A las puertas de una nueva boda con Alejandro Huerta, muchos se preguntan si Marta optará por una línea parecida a la que llevó en sus primeras nupcias o si por el contrario se decantará por algo mucho más moderno y actual. Sea como fuere, lo cierto es que, como hiciera aquella vez, seguro que no dejará indiferente a nadie con sus dos vestidos, obra de Jordi Dalmau.

