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Por qué Elon Musk es considerado un mal vecino en su mansión de Austin, Texas

Los vecinos de Elon Musk están molestos. Telecinco.es
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MadridA pesar de ser un hombre conocido, parece que todavía faltan muchas facetas por descubrir de Elon Musk. Sus decisiones van mostrando un poco más sobre su forma de ver el mundo y esto no siempre es bien recibido por la gente que le rodea. En ocasiones el resultado puede ser satisfactorio, lograr un mayor número de seguidores, pero hay otras veces que no consigue una opinión positiva

Gustarle a todo el mundo no parece una opción viable cuando eres un multimillonario dedicado al desarrollo de vehículos eléctricos, viajes espaciales o inteligencia artificial. Tampoco parece que lo sea cuando tus vecinos están bastante descontentos con tu presencia en el vecindario, tal y como apuntan varios medios de comunicación que sucede con Elon Musk y su mansión en Austin (Texas).

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Por qué Elon Musk es considerado un mal vecino

Las disputas vecinales son bastante habituales, normalmente por la cercanía, sorprende ver que no solo sucede entre personas normales y corrientes, sino que quienes viven en barrios de lujo e inmensas mansiones también tienen que adaptarse al resto de personas que les rodean y con las que conviven. Para los vecinos de Elon Musk, tenerle viviendo cerca parece ser un problema. 

En las afueras de Austin, Texas, está la mansión en la que se ha instalado Elon Musk, un barrio exclusivo en el que adquirió una casa de 620 metros cuadrados y seis habitaciones. Los vecinos no sabían que era Musk quien se mudaría allí hasta que se construyó una cerca de 4,5 metros de altura alrededor de la casa, con cámaras de seguridad apuntando hacia el exterior. 

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Tres veces al día se produce un cambio de guardias, hay muchos coches (fundamentalmente Teslas) aparcados en la puerta y comenzaron las reuniones o fiestas que convirtieron esta casa en la más ruidosa de este tranquilo vecindario. Demasiado ruido y demasiado tráfico que, según el New York Times, provocaron una reacción en los vecinos, que se mostraron muy molestos por ver su calma interrumpida por su nuevo vecino, que pronto descubrieron que era Elon Musk, entre otras cosas porque uno de los invitados a sus fiestas lo gritó al pasar con su vehículo durante la noche. 

El malestar ha llegado a ser tan grande que han presentado una queja de manera oficial, haciendo alusión a las ordenanzas, permisos y excepciones municipales, para señalar que Musk no está cumpliendo las normas que se esperan de los vecinos que viven y conviven en este lugar. Esto provocó que el rema se tratara en la reunión de la Comisión de Zonificación y Planificación y se debatiera en una sesión del Ayuntamiento de West Lake Hills.

“El transporte de empleados de servicio a otras casas, el estacionamiento de sus coches en nuestras tranquilas calles y el transporte de ropa sucia entre casas deben terminar”, decía la carta escrita por Paul Hemmer, vecino y principal denunciante, y firmada por varios vecinos más, en la que se resumía parte del problema. De momento parece que las autoridades son más partidarias de cumplir las normas, tal y como piden los vecinos, que de dejar que Musk haga lo que quiera, lo que podría hacer que, entre otras cosas, tuviera que tirar abajo la cerca, mucho más elevada de lo permitido por las ordenanzas, aunque esté intentando conseguir los permisos con efecto retroactivo.