Un año sin Caritina Goyanes: así ha cambiado la vida de su viudo, Antonio Matos, y de sus hijos
Este 26 de agosto se cumple un año desde que la hija de Cari Lapique perdiera la vida a los 46 años por causas cardíacas
El emotivo homenaje de Carla Goyanes a su padre en el primer aniversario de su muerte: un proyecto y una misa
Hace exactamente 12 meses, la inesperada muerte de Caritina Goyanes conmocionó a su familia y al círculo social en el que siempre brilló. La empresaria y "alma" de SixSens, referente de la gastronomía y el catering en Madrid, falleció el 26 de agosto de 2024 a los 46 años.
Su deceso golpeó con fuerza a la familia apenas 19 días después del deceso de su padre, Carlos Goyanes, a los 79 años a causa de un infarto. A él le seguía Caritina, que perdía la vida tras sufrir un repentino ataque al corazón. Dos mazazos para el clan al que se sumó el fallecimiento de Tito Goyanes, hermano de Carlos y tío de Caritina, escasos días después, también por causas cardíacas.
Desde entonces, su viudo, Antonio Matos, y sus dos hijos, Pedro y MiniCari, han tenido que reinventar su día a día sin ella. Ahora, un año después, se puede trazar un retrato de cómo han afrontado este camino: entre dolor, unión familiar y un legado que sigue muy presente.
Para este primer aniversario, la familia ha optado por un homenaje íntimo, sin grandes focos mediáticos. "No queremos hacer nada público", ha revelado el propio Matos a 'Informalia'.
Ese mismo espíritu estuvo presente a principios de agosto, cuando la familia organizó un torneo de pádel en Marbella en recuerdo de Carlos Goyanes. En él participaron sus nietos, que llegaron incluso a la final. La memoria, en el clan Goyanes-Lapique, se celebra de manera activa: con deporte, con unión y con gestos sencillos que mantienen vivo a quien ya no está.
Inmerso en el trabajo y el apoyo de la familia Goyanes
No cabe duda de que el golpe fue demoledor, pero Matos ha contado en todo momento con el apoyo de su suegra, Cari Lapique, y su cuñada, Carla Goyanes, en el cuidado de sus hijos.
La fortaleza de Antonio y de los niños no se entiende sin el sostén de la familia de Caritina. Carla ha sido explícita: "Voy a cuidar a tus hijos como si fueran míos, a mamá por las dos y a Matos", escribió en una emotiva carta poco después del fallecimiento.
De este modo, Antonio se refugió en sus hijos y decidió no detener el motor que Caritina había encendido y se puso al frente de SixSens, la empresa que ella había consolidado como una de las referencias en catering de lujo.
Apenas un mes después de su muerte, se convirtió en apoderado solidario de la sociedad matriz, Orgmania SL, y desde ahí ha impulsado un proceso de reorganización y crecimiento. Y desde entonces, la empresa ha recibido varios reconocimientos, dejando claro que la continuidad del negocio está asegurada con él. "Profesionalmente ha sido un año de no parar y hemos tenido muchísimo trabajo", ha añadido Antonio a dicho medio.
Más allá del trabajo y la familia, Matos ha encontrado consuelo en su fe cristiana, convencido de que su padre la llamó y ella se fue con él. Esa visión espiritual le ha ayudado a sostenerse, y la comparte con sus hijos como una forma de mantener la esperanza.
"No quiero esconder mi dolor ni aparentar que soy un macho alfa duro que no puede llorar. No me importa que vean mi dolor. No tengo que esconderme", ha explicado.
Sus hijos
Por su parte, Pedro, de 14 años, y MiniCari, de 11, han sido la razón principal por la que Matos ha mantenido el rumbo.
La vida escolar, los amigos y los pequeños momentos cotidianos han marcado la recuperación de los niños. Tras meses muy duros, comenzaron 2025 con un viaje a Suiza en familia, acompañados por la madre y la hermana de Caritina, un soplo de normalidad en medio del duelo.
Matos ha explicado que, siguiendo la voluntad de su madre, los niños se integrarán en el negocio cuando cumplan 16 años, y después decidirán qué camino profesional seguir. Un año después, Caritina sigue presente en cada decisión, en cada recuerdo y en cada paso adelante de los suyos.