Cuenta atrás para la abdicación de Enrique de Luxemburgo: los motivos detrás de su histórica renuncia

Enrique de Luxemburgo
Enrique de Luxemburgo. Gran Ducado de Luxemburgo
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El Gran Ducado de Luxemburgo se prepara para vivir uno de los momentos más significativos de su historia: la abdicación del gran duque Enrique. La fecha ya está marcada en el calendario: este viernes 3 de octubre, día en que se pondrá fin a casi un cuarto de siglo en el ducado para ceder la jefatura del Estado a su hijo mayor, el príncipe heredero Guillermo.

El último 'royal' que anunció su abdicación fue la reina Margarita II de Dinamarca, y a ella, ahora, le sucede Enrique de Luxemburgo. Aunque los motivos que se enconden tras su renuncia son totalmente distintos.

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Guillermo y Enrique de Luxemburgo

El ducado de Enrique de Luxemburgo y los motivos de su abdicación

A sus 69 años, el gran duque ha explicado que la abdicación responde a un proceso "natural". Tras casi 25 años, aseguró que ha llegado el momento de "dar un paso atrás, de retirarse", una decisión con la que abre espacio a la nueva generación representada por su hijo Guillermo y su nuera Estefanía.

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El camino ya estaba trazado desde junio de 2024, cuando Enrique nombró a Guillermo príncipe regente, un cargo que le permitió asumir muchas de las funciones institucionales. Fue, en los hechos, un ensayo general para la sucesión.

Su determinación sorprendió a propios y extraños, ya que no presenta problemas de salud conocidos y su popularidad entre los ciudadanos sigue siendo notable.

Enrique se ha caracterizado por la estabilidad. Sin embargo, no ha estado exento de polémicas. La más sonada fue el conocido Informe Waringo, que reveló tensiones internas en la Casa Gran Ducal: rotación excesiva de personal, ambiente laboral difícil y una gestión criticada por su falta de transparencia.

Enrique de Luxemburgo y la gran duquesa María Teresa

Aunque buena parte de las acusaciones apuntaban a la influencia de la gran duquesa María Teresa en los asuntos de palacio, la polémica salpicó de lleno a la institución. Varios medios locales han señalado que las controversias de su esposa podrían haber sido el leitmotiv de su abdicación.

La tensa relación entre la gran duquesa y la familia real también ha sido protagonista de un sinfín de titulares que estropeaban todavía más la imagen del gran ducado.

Pese a ello, Enrique ha intentado evitar confrontaciones públicas, y apostó por reformas internas para mejorar su imagen.

No es la primera abdicación en Luxemburgo

Ahora, la elección de la fecha no es casual. El 7 de octubre de 2000, Enrique accedió al trono tras la renuncia de su padre, el gran duque Juan. Por lo que cierra su ducado en el mismo mes, pero un cuarto de siglo después que su progenitor.

Enrique de Luxemburgo

En este sentido, la abdicación no es excepcional en la historia del país: ha sido casi una costumbre familiar. Su padre, el gran duque Juan, dejó el trono en el año 2000. Su abuela, la gran duquesa Josefina Carlota, hizo lo mismo en 1964, a favor de Juan. Incluso antes, en 1919, Marie-Adélaïde se vio obligada a renunciar tras una crisis política, abriendo paso a Carlota.

Con esta abdicación, Enrique se suma a una larga lista de soberanos europeos -desde Beatriz de los Países Bajos hasta Juan Carlos I en España- que han optado por ceder el testigo.