María del Monte, sobre la importancia de estar enamorada: "Hay que amar a lo largo de toda la vida"
A sus 63 años, María del Monte vive una de las etapas más plenas de su vida, marcada por la serenidad y la libertad
La cantante reflexiona sobre el amor, la madurez y el cariño del público en una charla exclusiva, y sobre el papel de su mujer, Inmaculada Casal, como jurado de 'Bailando con las estrellas', ¡dale play!
A sus 60 años, María del Monte vive uno de los momentos más plenos de su vida, tanto personal como profesionalmente. En una conversación exclusiva con Outdoor, la artista sevillana reflexiona sobre el amor, la madurez y el cariño del público que la acompaña desde hace décadas. Serenidad, humor y naturalidad siguen siendo sus señas de identidad, incluso cuando la pregunta apunta a lo más personal.
Orgullo, visibilidad y una historia de amor que nació hace más de 20 años
Durante el encuentro, María se mostró cercana y espontánea, fiel a ese carácter que tanto la define. Y aunque esquiva hablar de su vida privada con titulares grandilocuentes, no pudo evitar una sonrisa cuando surgió el tema del nuevo proyecto televisivo de su mujer, Inmaculada Casal, que actualmente forma parte del jurado de 'Bailando con las estrellas'. Con la ironía que la caracteriza, María respondió entre bromas, dejando claro que prefiere mantenerse al margen de las valoraciones —aunque, entre líneas, se nota el orgullo y la complicidad que las une.
El amor es algo que nos mueve y que mueve el mundo
Su historia de amor es, de hecho, una de las más admiradas y respetadas del panorama nacional. Se conocieron siendo niñas en el colegio, pero no fue hasta muchos años después, trabajando juntas en Canal Sur, cuando el destino las volvió a cruzar. Desde entonces, han compartido más de dos décadas de amor discreto, estable y profundo. En 2022, María del Monte decidió hablar públicamente de su relación durante el pregón del Orgullo LGTBI de Sevilla, un gesto histórico con el que hizo visible, por fin, una historia que llevaba años viviendo en privado.
Ese año marcaría un antes y un después: poco después, la pareja selló su compromiso con una ceremonia civil en Sevilla, celebrando después una fiesta íntima con familiares y amigos. Desde entonces, María e Inmaculada se han mostrado más naturales y cómplices que nunca, pero siempre con esa elegancia y discreción que las caracteriza.
"A nadie le amarga un dulce": el cariño del público, su motor
En lo personal, la cantante asegura sentirse agradecida por el cariño de la gente, un afecto que no da por sentado y que considera "el mayor tesoro". La conexión con su público sigue intacta, algo que se percibe cada vez que sube a un escenario o aparece en televisión. "A nadie le amarga un dulce", bromea, en referencia al cariño que recibe, demostrando que a pesar de los años y los logros, sigue siendo la misma mujer sencilla que se emociona con cada muestra de apoyo.
Alejada de la polémica y más centrada que nunca en disfrutar del presente, María del Monte reivindica vivir el amor sin etiquetas, con libertad y con la madurez que da la experiencia. En su día a día, confiesa que disfruta de las pequeñas cosas: ver una buena serie, escuchar música o simplemente conversar con la gente. "Hace falta escuchar hablar a la gente", nos dice con esa calma y esa voz que transmiten cercanía y verdad.
Mientras Inmaculada Casal brilla como jurado en televisión, María prefiere el perfil bajo, aunque no por ello menos luminoso. Desde la distancia, observa con orgullo los pasos profesionales de su mujer, con la tranquilidad de quien sabe que el amor también se demuestra dejando espacio.
Con su autenticidad intacta, su humor sevillano y su enorme capacidad de amar, María del Monte nos recuerda que el paso del tiempo no apaga la pasión ni la ternura, sino que las transforma. Que el amor, a los 63, puede ser más sereno, más consciente y, quizá, más verdadero que nunca.
En el vídeo que encabeza esta noticia, puedes ver en exclusiva cómo vive hoy María del Monte esta etapa vital, qué piensa sobre el amor y cómo afronta, con elegancia y naturalidad, el papel mediático de la mujer que la acompaña desde hace más de dos décadas. Dale play.
