Maternidad

La Ordenatriz se sincera sobre el coste de tener siete hijos: "Es un lujo que no todo el mundo se puede permitir"

Begoña Pérez, conocida como 'La Ordenatriz', desvela cuánto se gasta como madre de siete hijos. Mediaset Infinity
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Begoña Pérez, conocida mundialmente como La Ordenatriz, es una de las 1.981 mujeres en España que tienen siete hijos o más. Gonzalo, Bea, Isabela, Pepe, Bego, Carmen y Covadonga son el fruto de su matrimonio con su marido, Pedro, pues ambos son "profundamente creyentes" y, aunque no le guste decirlo en público, a ella le pareció bien "tener los hijos que el Señor le diera". "Yo sé que soy rara y que lo normal no es tener tantos hijos, pero a mí siempre me han gustado las familias numerosas", ha dicho, con la gracia y naturalidad con la que conquistó en las redes. [El capítulo completo, con Begoña Pérez, La Ordenatriz]

En su extensa conversación con Cruz Sánchez de Lara en 'Madres: desde el corazón', ya disponible en Mediaset Infinity, Begoña ha reconocido lo "dura" que es la maternidad en cualquier circunstancia: "Ya es dura con un hijo, pues imagínate con siete. La maternidad es dura en sí misma, no es exponencial", aclaraba, al tiempo que asumía que, para tener tanta descendencia, también hay que tener dinero: "Es algo maravilloso si te lo puedes permitir, porque yo entiendo que implica un nivel de lujo", ha dicho, con toda sinceridad.

"Ahora yo gano más que mi marido"

Aunque su marido, que dirige una empresa de reformas de alto standing, siempre ha tenido una buena situación económica, lo cierto es que su meteórico despunte en Instagram es ahora su mayor fuente de ingresos: "Ahora yo gano más que él", ha dicho también, recordando los inicios de su marca insignia, La Ordenatriz, cuyo origen está ligado a la triste muerte de su padre:

"Aunque suene fatal, yo siempre he pensado que quería más a mi madre que a mi padre, porque con ella hacía muchas cosas, mientras que mi padre estaba siempre trabajando. Por eso, cuando le detectaron la enfermedad, pensé que me afectaba menos porque él no estaba tan presente en mi vida como sí lo estaba mi mamá", ha comenzado a contarle a Cruz. "Pero, cuando se murió - continúa - pasé muchas noches llorando y dándome cuenta de lo mucho que le echaba de menos. Es una tontería pero, cuando se jubiló, empezó a cocinar mucho y ahora ya no puedo llamarle para preguntarle por alguna receta. Pasé un duelo muy difícil, tenía la casa muy desordenada y, al comenzar a ordenarla, me di cuenta de que colocando lo material también me colocaba yo por dentro".

La Ordenatriz comenzó a tener notoriedad en la pandemia del coronavirus, cuando cerraron todas las peluquerías nacionales y la gente empezó a teñirse el pelo en casa. Ella aconsejó desde su cuenta cómo quitar las manchas de los tintes de la ropa o de las encimeras, convirtiéndose en toda una institución de la limpieza. Hoy en día, casi ha alcanzado los dos millones de seguidores, un negocio cuyos beneficios se triplicarían si en sus vídeos participaran sus hijos: "Si la marca me ofrece un dinero, ese dinero se multiplicaría por tres si saliera con mis hijos. Pero, ni yo quiero, ni ellos quieren tampoco. Suelen mostrarse orgullosos de mí cuando me reconocen por la calle, pero les molesta si alguna vez salen en mis vídeos de refilón", ha declarado Begoña en 'Madres.

"Mi marido me dijo que ya no quería tener más hijos"

Con mucho desparpajo, también ha reconocido que, inicialmente, su marido le comunicó que no quería tener más de dos hijos. Los dos primeros embarazos de Begoña fueron muy complicados: con Gonzalo, se puso de parto a los seis meses y le tuvieron que hacer un cerclaje para que el niño naciera más tarde; y Beatriz nació en la semana 32: "Fue muy duro porque estuvo en la UVI, en la UCI, y tuvimos varios sustos, porque nos llamaron diciendo que fuéramos al hospital corriendo. De hecho, hubo un momento en el que nos dijeron que no sabían lo que iba a pasar con ella y la bautizamos de tapadillo con un poco de agua. Después ya, cuando salió adelante, la bautizamos bien y estoy muy agradecida de que esté vivita y coleando", ha dicho.

Ahora, Beatriz ya está trabajando y vive en el extranjero, siendo la única de sus siete hijos que se ha marchado de casa. Begoña tiene sentimientos encontrados con respecto al síndrome del nido vacío que sabe que le llegará más tarde o más temprano. "Hay veces que les digo que vayan saliendo ya de casa, pero, en el fondo, me gusta que estén allí. Que sigan en casa un poquito más", ha concluido.