Ibai muestra la difícil realidad de los youtubers en Perú: "Una de las historias más increíbles de creación de contenido"
Ibai ha viajado hasta Perú para conocer a Koirán, un youtuber que ha tenido que crearse sus propias herramientas de trabajo
La reacción de Ibai Llanos al ver el disfraz de Halloween que unos seguidores han preparado con su cara: "No tengo nada que ver en esto"
Ibai Llanos ha grabado un vídeo que ha emocionado a todos sus seguidores. Ha viajado hasta Perú para contar la historia de Koiran, un youtuber que graba contenido sin apenas recursos, pero que acumula en sus perfiles casi 70.000 seguidores. “Una historia que merece compartir”, ha comentado en su propio post que en apenas unos minutos ha conseguido más de 200 mil ‘likes’ y cientos de comentarios.
El vídeo comienza con Ibai acompañado de otro creador de contenido, llamando a la puerta de Koiran. Su vivienda, muy humilde y construida con un material muy poco resistente, está pintada de naranja con franjas verdes, colores que sirven para reflejar la positividad de este joven que ha presentado Ibai en su perfil.
El pueblo donde vive el peruano está en mitad de una gran montaña de arena, las casas están sin terminar de construir y hay muchos enseres en las calles y dentro las propias viviendas. Una de las cosas que más ha sorprendido a Ibai es que es un lugar donde no llueve nunca, “la última vez que llovió fue hace cuatro años”, explica.
Tuvo que instalarse la red de Internet él mismo pese a los riesgos
“Hace años que hubo un derrumbe. Si ya es difícil subir tantas escaleras, imagínate tener que pasar por encima de una pared o tener que reconstruir esto”, decía en el vídeo enseñando su pueblo.
Enseñando su mesa de trabajo, que cuenta con apenas un monitor, una torre y un teclado, deja alucinados a lo demás creadores de contenidos al ver cómo de simple son sus herramientas para hacer todo el trabajo de grabación y edición. “Yo he tenido que crear la conexión. La empresa dijo que no me podían hacer la instalación por lo complicado y peligroso que podía ser. Muchos de los materiales los compré rotos”, dice Koiran.