La influencer Silvana Rebollo denuncia el acoso que sufrió en su pueblo durante años: "Fue tan extremo que me tuve que ir"

La influencer Silvana Rebollo denuncia el acoso que sufrió. RRSS
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Cada vez más gente que trabaja en el mundo de redes sociales se une a la denuncia contra el bullying. En este caso, Silvana Rebollo, ha publicado un vídeo en el que cuenta que ella misma fue víctima de acoso escolar durante años en su pueblo, Moguer, Huelva.

La tiktoker e influencer publicó un vídeo donde decía “Soy la envidia de Moguer y es normal”. Lo hizo en una cuenta que tiene personal, donde sus seguidores son gente cercana y familiares. “Los comentarios que he recibido confirman que lo que he dicho es un facto”, haciendo referencia a que, debido a las críticas que ha recibido por la afirmación, ha considerado contar en otro vídeo en su cuenta pública el por qué del primer vídeo.

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“Es un ‘trend’ que han hecho muchos más influencers. Moguer es mi pueblo, donde sufrí bullying durante años. Un acoso tan extremo que incluso me tuve que ir de allí. Algo por lo que, por muy increíble que parezca, muchos se sienten orgullosos de haberlo hecho. Aclaro que ese vídeo no lo he hecho para hacer daño a nadie, si fuese así lo hubiese subido a mi cuenta principal, etiquetando además a las que me tienen envidia y que así lo han confirmado”.

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Sigue el acoso después de años

La joven afirma que sufrió durante años un acoso por parte de otras chicas de su edad de su pueblo y que incluso se tuvo que ir a vivir a otro lado porque no soportaba las burlas. “Lo curioso es que, gente que no conozco, con la que no he tenido trato en mi vida, se han dado por aludidas, por algo será. Al mismo tiempo mucha gente del pueblo también me ha escrito para decirme que tengo razón”.

“Las que comentaron primero fueron las dos chicas que me hicieron la vida imposible en el instituto, las mismas que tienen la culpa de que yo haya estado en el hospital dos veces por intento suicidio. Sinceramente que haya gente de mi pueblo que esté intentando darme lecciones de vida cuando no me conocen ni saben por lo que he pasado, la verdad es que no. ¿Se supone que yo ahora tengo que respetar a la gente que me ha acosado toda la vida? Si tengo que recordar dónde estoy yo gracias a no rendirme y dónde están ellas ahora mismo, lo hago”.

“Claro luego pasan situaciones como lo de Sandra Peña y todo el mundo habla de empatía, pero cuando le pasa a vuestra compañera o a una persona que conocéis de toda la vida, ahí os parece gracioso. Yo de pequeña me pasaba todo el recreo encerrado en el baño porque no podía más y todo eso por hacer vídeos. Tampoco salía por el pueblo, solo salía con mis padres del miedo y de la ansiedad que tenía. Cinco años me seguís amenazando”.