Cubata en los 80 y gintonic en los 2000: qué combinado marcó la historia de España en cada década

Cada generación española ha consumido alcohol de una manera diferente a lo largo de los años
Las modas han influido notablemente en la forma de beber de cada una de esas generaciones
En mayor o menor medida, cada década ha tenido una bebida predominante
Dime qué bebes y te diré en qué época fuiste joven. Ese podría ser el titular de este artículo, y es que pocas cosas identifican más a una generación que sus formas de ocio y, más en concreto, lo que bebían. En especial, desde mediados de siglo XX, con la irrupción de la sociedad de consumo, hasta nuestros días.
En algún momento de nuestra vida a todos nos sorprende descubrir lo que bebían nuestros padres cuando eran jóvenes. Algo que, sin ningún tipo de duda, les sucederá a nuestros hijos cuando conozcan con qué acompañamos las tardes y, sobre todo, las noches con nuestros amigos. La influencia de las modas y del entorno terminan por decidir qué combinado tenemos en la copa en nuestra juventud. Seguramente el calimocho sea la única bebida que pueda presumir de ser atemporal y de actuar como hilo conductor en este asunto.
Así sucedía en la década de los 60, cuando el calimocho ya era un compañero habitual de las correrías nocturnas en aquellos guateques en los que sin duda sonaban el Dúo Dinámico o Massiel. Además del ‘combinado low cost’ que surgió en el norte de España, el Lícor 43 gozaba del favor de los jóvenes en aquel entonces.
En la década de los 70 el whisky español por excelencia, el segoviano DYC, tuvo un auténtico boom. Ya fuera con Coca Cola o con refresco de naranja, en aquellos años estuvo de moda, como también lo estuvieron combinados como ‘La Vaca verde’, que es Peppermint con leche o el ‘Lumumba’, que es coñac con batido de chocolate.
Los 80, rebeldía sí, pero con los tradicionales pacharán y calimocho
Si en los 70 ya se veía un incipiente gusto por los combinados con apodo, en los 80, la libertad creativa se desató también en esto. En la que seguramente es la década más rebelde de la juventud española en el último siglo, se pusieron de moda bebidas tan sugerentes como el ‘Orgasmo’ (licor de melocotón con refresco de limón), el ‘Destornillador' (vodka con refresco de naranja) o el mítico ‘Cubalibre' (ron-cola). Eso sí, como en toda rebeldía juvenil, en esta también hubo manifestaciones de arraigo: el pacharán y el calimocho no se perdieron un evento en toda la década.

Ya en los 90 la cosa comenzó a tomar posiciones más mercantilistas. Más allá del sempiterno calimocho, el rito iniciático solía ir acompañado de Malibú con zumo de piña. Los más veteranos en el asunto iban eligiendo su ‘marca de cabecera’. Los aficionados a las ginebras se debatían entre MG o Larios, los de whisky entre J&B o Dyc… cada licor tenía dos o tres marcas que pugnaban por ser la favorita.
Una situación que se repitió en las décadas siguientes, apareciendo con fuerza en la década de los 2000 las marcas blancas. El auge del botellón unido a la típica economía juvenil de subsistencia inclinó la balanza hacia licores más baratos, como eran entonces el vodka Stolichnaya o el Ron Negrita. Excepción hecha, eso sí, del gin tonic. La elaboración y la sofisticación de este combinado alcanzó cotas nunca vistas antes en los años 10 de este siglo.
En la actualidad, el cambio de estilo de vida derivado de la pandemia ha puesto de moda el consumo de bebidas que encajan mejor con un ocio diurno. Entre ellas destaca, sin duda, el vermut. Tanto rojo como blanco, está de moda. Eso sí, los más jóvenes, prefieren bebidas energéticas como Monster o Red Bull. ¿Qué se beberá en la década que viene?
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