Guanajuato, sí que sabe
Guanajuato presumió de su rica gastronomía en Madrid hace unas semanas durante la celebración de Fitur
Desde tacos dorados con sashimi de atún al pastelito de tres leches de Ate de membrillo
Y, por supuesto, sus vinos, Guanajuato es el cuarto productor de vino en México
En el Estado de Guanajuato existe el rumor del tiempo esparcido por un puñado de ciudades que conforman una especie de círculo encantado. Destinos como la capital, Guanajuato, y San Miguel de Allende, ambas ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como León de los Aldama, su ciudad más poblada; o Dolores de Hidalgo, cuna del compositor Alfredo Jiménez, autor de ese himno ranchero: El Rey; y otros tantas que configuran la geometría de lo mágico.
Hace un par de semanas anduvieron por Fitur sus autoridades, para contarlo y también con el propósito de enseñar su riqueza culinaria, reconocida como la Primera Capital de Iberoamérica distinguida por su gastronomía en el año 2015. Para ello, Guadalupe Robles, Secretaria de Turismo de Guanajuato, nos citó a unos cuantos periodistas a una cena-cóctel en Club de Vinos de Amazónico. Acompañada por la célebre cocinera Rita Campos probamos un espléndido despliegue de la cocina local: guacamayitas leonesas, gorditas de chilorio de champiñones, tamalitos de huitlacoche con queso de cabra, esquites callejeros de tuétano, tacos dorados con sashimi de atún, tamalitos de cajeta, guacamole con cecina de León y chilitos rellenos de foie gras, más un sinfín de tacos de toda condición. Dulces mexicanos, fresas con crema, pastelito de tres leches de Ate de membrillo, gelatina de cajeta con rompope y buñuelos de emmielada conformaron un castillo elevado de postres. Catas de chocolate y mezcal. Vinos blancos y tintos de la Bodega Vizar de la Ribera del Duero y vinos de Guanajuato completaron esta sinfonía gastronómica inigualable. Un disfrute.
El evento lo animaron un grupo de mariachis, comparsas de gigantes y cabezudos que recorrieron las calles de Madrid y una exposición de catrinas (¡qué hermosura de piezas!) como contraste de la serenidad con el bullicio, del sosiego con la agitación. Una muestra audiovisual extraordinariamente producida nos acercaba a esas poblaciones que enseñan en su aura una tranquilidad de amanecer.
Es Guanajuato capital cervantina que exhibe orgullosa la estatua del Quijote y Sancho, a cuyo pie se puede leer en su epígrafe: “Quien afirma que don Quijote está en esta tierra enterrado, jamás mentirá”. La cultura catapulta a esta ciudad, y no solo por ser sede de un enorme festival cervantino que ya rebasa las cincuenta ediciones, sino porque también alumbró el nacimiento del pintor Diego Rivera, que tiene un museo dedicado a su obra y del actor y cantante Jorge Negrete, conocido como el 'Charro cantor', que fundó el sindicato de productores cinematográficos mexicanos. Negrete acreditó una extensísima trayectoria profesional y fue autor en los años cuarenta de una película que dio la vuelta al mundo: “Ay, Jalisco no te rajes”.
Las curiosidades de Guanajuato relatadas por Guadalupe Robles son un manantial que no se acaba nunca: las “callejoneadas” son un recorrido turístico musical que va narrando el devenir de la ciudad. O la leyenda del Callejón del Beso, donde las parejas deben besarse en el tercer escalón para alcanzar 15 años de buena suerte. Una ciudad cautiva de su belleza y sus leyendas.
Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende
En Dolores Hidalgo, otra de las ciudades de este Estado, nació el compositor Jose Alfredo Jiménez: “Yo no pretendo la rotonda de los hombres ilustres. Quiero que me entierren en Dolores Hidalgo”, escribió. Un artista único que con sus canciones traspasó todas las fronteras y despertó todas las admiraciones del mundo.
Esta ciudad es cuna de la independencia proclamada por un párroco local, Miguel Hidalgo, a comienzos del siglo XIX y que dejó su apellido en el de la localidad.
Dice la Secretaria de Turismo que en San Miguel de Allende se sucumbe ante su belleza, la que cautivó a los líderes de la 'beat generation': Jack Kerouac, Allen Ginsberg y Neal Cassady (que murió aquí). Dicen que allí el tiempo resbala con dulzura y que la imponencia de su catedral rosa es uno de los monumentos más fotografiados del país. Una vibrante oferta cultural, gastronómica y hotelera convierten a esta ciudad en la más cosmopolita del estado.
Los viñedos de Guanajuato
Guanajuato es el cuarto productor de vino en México y sus bodegas, que no son muchas, sí son pioneras en la elaboración de vinos de alta calidad y ofrecen experiencias de enoturismo que incluyen catas, recorridos guiados y hospedajes exclusivos. Pequeñas producciones con suelos pobres, que es lo que les gusta a las vides. En este sentido, la excelencia vitivinícola de Guanajuato alcanza dimensión internacional. En el más reciente Concours Mondial de Bruxelles, los vinos de Guanajuato lograron 24 medallas en las categorías Gran Oro, Oro y Plata, clasificándose como el segundo destino enológico con mayor número de distinciones en México. Tienen pues un prestigioso presente y un enorme potencial de futuro.
Todo esto es Guanajuato, un lugar con nubes de terciopelo, como lo imaginaba José Alfredo Jiménez, de una gastronomía interminable, de un patrimonio inabarcable de pueblos dorados, de cielos de “estrellas distraídas”, como en los versos del poeta local Efraín Huerta. Unos paisajes en los que el viajero ve, mira y se siente ser.
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