¿Qué significa que un pan es 75% integral?

Se recomienda consumir pan integral en lugar de pan elaborado con harinas refinadas, es decir, el blanco
No obstante, es importante saber interpretar las etiquetas porque muchos panes integrales no son lo que parecen ser
El pan de hamburguesa de zanahoria más esponjoso: 'Seeds Chia' nos da su receta vegetariana
El pan blanco, es decir, el que está elaborado con harinas refinadas, ha sido tradicionalmente el más apreciado, debido sobre todo a que presenta una textura y un aspecto más finos que en el caso del pan integral. Este último, elaborado con harinas integrales, se consideraba más tosco y menos apetecible. De hecho, hoy en día el pan blanco es el más consumido y todavía hay mucha gente que reniega del pan integral. Algunas personas lo rechazan por sus características organolépticas (aspecto, textura, sabor, etc.) o incluso porque consideran que es un alimento destinado a situaciones particulares; por ejemplo, para consumir cuando se está “a dieta” o cuando se padece algún trastorno o enfermedad.
¿Por qué es más recomendable el pan integral?
Lo cierto es que el pan integral no es un alimento que tengamos que consumir en una situación particular para conseguir un fin concreto. Lo que se recomienda es priorizar este tipo de pan frente al pan blanco, debido a que presenta una serie de ventajas desde el punto de vista de la salud.
Pero antes de nada hay que aclarar de qué estamos hablando. Cuando hablamos de harina refinada nos referimos a la que está elaborada a partir del endospermo del cereal. Es decir, se trata de la parte central del grano, una vez que ha sido desprovisto del salvado (que es la parte que lo envuelve) y del germen (que es la parte que tiene la función de desarrollar una nueva planta).
Como podemos imaginar, la harina integral se obtiene a partir del grano entero, de modo que contiene las tres partes del cereal: el endospermo, el salvado y el germen. Por eso es más interesante desde el punto de vista nutricional. En primer lugar, porque aporta más nutrientes: vitaminas, minerales, ácidos grasos, fibra, etc. Y, en segundo lugar, porque, al contener más fibra, tiene un menor índice glucémico que el pan blanco. Es decir, cuando lo ingerimos, no aumenta tanto el nivel de glucosa en nuestra sangre, de modo que así tenemos menor riesgo de sufrir resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
¿Cómo reconocer el pan integral?
Hasta hace relativamente poco había un agujero legal en torno al pan integral. Esto era debido sobre todo a que la legislación era muy antigua, concretamente de comienzos de los años ochenta, cuando el pan integral apenas se consumía. Por eso la legislación casi no le dedicaba atención y consideraba que, para poder vender pan con ese nombre, bastaba con que tuviera harina integral, pero no se indicaba una cantidad mínima.
Como sabemos, con el tiempo el pan integral ha ido despertando más interés debido a que ahora nos preocupamos más por la salud. Pero la legislación seguía igual, así que lo que hacía la mayoría de productores era añadir un poco de harina integral o un poco de salvado al pan blanco para cambiar su aspecto y poder venderlo como pan integral.
Pero eso cambió en el año 2019, cuando entró en vigor una nueva norma sobre el pan, donde se regula el contenido de harina integral que debe tener este alimento para poder venderse como “pan integral”.
Desde entonces, solo se puede vender como “pan integral” o “pan 100% integral” el pan que está elaborado con un 100% de harina integral. Si no es así, debe indicarse el porcentaje que contiene; por ejemplo, “pan integral 75%”. Ahora bien, con esto suele haber mucha confusión, así que es necesario saber interpretar esa indicación para evitar sorpresas.
¿Qué significa que un pan es 75% integral?
Cuando vemos “pan 75% integral” solemos pensar que ese porcentaje se refiere al peso total, así que interpretamos que el 75% del pan es harina integral. Pero en realidad no es así. Ese porcentaje no se refiere al pan, sino a la harina. Es decir, no significa que el 75% del pan sea integral, sino que el 75% de su harina lo es.
Obviamente, no es posible que un pan sea en su totalidad harina integral, porque para su elaboración es necesario utilizar otros ingredientes, como agua, levadura o sal. Así pues, para conocer la cantidad real de harina integral en un “pan 75% integral”, conviene leer la lista de ingredientes. De este modo podremos ver que el porcentaje de harina integral sobre el peso total es, por ejemplo, del 40%.
En definitiva, no nos dejemos llevar por el porcentaje que se indica en el frontal del envase. Es necesario interpretarlo adecuadamente.
Suscríbete a la newsletter de Gastro y te contamos las noticias en tu mail.
