Cómo potenciar la fertilidad masculina y femenina con lo que se come: "Todo afecta"
“Es muy importante comer bien, porque si no comes bien, nada va bien”
El cuerpo masculino y femenino requieren enfoques nutricionales diferentes en cuanto a fertilidad se refiere
La alimentación desempeña un papel esencial en la fertilidad tanto masculina como femenina. Según la Dra. Marta Antich, embrióloga y fundadora de Fertilab Barcelona, “es muy importante comer bien, porque si no comes bien, nada va bien”. La frase "somos lo que comemos" nunca había tenido un significado tan literal como en este contexto. La dieta no solo afecta la salud general, sino también influye directamente en las probabilidades de concepción, un proceso complejo que depende del equilibrio hormonal y la calidad de los gametos.
“Todo lo que consumimos afecta a nuestro cuerpo, y esto incluye los óvulos y los espermatozoides. Una buena alimentación puede marcar una diferencia crucial en la capacidad reproductiva de hombres y mujeres”, afirma la Dra. Antich. En un mundo donde el estilo de vida moderno ha incrementado los niveles de estrés y reducido la calidad de las dietas, es fundamental conocer qué alimentos pueden ayudar a potenciar la fertilidad y cuáles deben evitarse.
La fertilidad masculina: alimentos clave y enemigos silenciosos
La calidad del esperma es fundamental en el proceso de concepción, y ciertos alimentos pueden marcar la diferencia:
- Aceite de oliva: Rico en grasas monoinsaturadas y antioxidantes, mejora la circulación sanguínea, clave para la función eréctil. La dieta mediterránea, que incluye este aceite como base, ha demostrado ser beneficiosa para la fertilidad masculina.
- Ajo y cebolla: Estos ingredientes básicos de la cocina mediterránea son potentes antioxidantes naturales. La Dra. Antich afirma que “no hace falta recurrir a alimentos exóticos; el ajo y la cebolla, usados tradicionalmente, son antibacterianos fantásticos”.
- Pescado azul pequeño: Sardinas, caballa y anchoas son ricos en ácidos grasos omega-3, fundamentales para la formación de espermatozoides sanos. Estos pescados pequeños contienen menos mercurio que los grandes, como el atún o el salmón de piscifactoría.
- Frutos secos (nueces, almendras, anacardos): Son fuente de zinc, selenio y magnesio, minerales que mejoran la motilidad y la morfología del esperma. Las nueces, en particular, son recomendadas por su contenido en ácidos grasos esenciales.
- Aguacate: Este superalimento proporciona vitamina E y grasas saludables que promueven la salud celular.
Lo que se debe evitar
La Dra. Antich subraya que ciertos alimentos y sustancias pueden perjudicar la fertilidad masculina:
- Azúcar refinado: “El azúcar acidifica el cuerpo y altera el equilibrio hormonal”, explica. Se recomienda sustituirlo por miel pura o melaza.
- Cafeína en exceso: Aunque un café al día no es perjudicial, abusar de esta sustancia puede afectar negativamente la calidad seminal.
- Grasas trans y alimentos procesados: Elevan el estrés oxidativo y reducen la calidad espermática.
- Alcohol en altas dosis: El consumo excesivo está asociado con una disminución en la cantidad y movilidad de los espermatozoides.
“Todo lo que consumimos afecta a la calidad del esperma”, enfatiza la experta. Por ello, una dieta equilibrada es clave para quienes buscan mejorar su fertilidad.
La fertilidad femenina: preparándose para la concepción
El cuerpo femenino requiere un enfoque nutricional diferente para potenciar la calidad de los óvulos y optimizar las condiciones del útero y las trompas de Falopio.
- Omega-3 (DHA): Este tipo de ácido graso es esencial para la flexibilidad de las membranas celulares y la salud ovárica. Aunque el pescado azul es una fuente natural, la Dra. Antich recomienda suplementos purificados debido a los contaminantes presentes en el mar.
- Antioxidantes: Frutas como fresas y arándanos, junto con verduras como zanahorias y espinacas, combaten el daño oxidativo en las células ováricas.
- Ácido fólico: Indispensable para prevenir defectos en el tubo neural y mejorar la fertilidad. Se encuentra en vegetales de hoja verde, legumbres y frutos secos.
- Proteínas magras y hierro: Carnes magras, legumbres y espinacas son fuentes importantes de hierro, que favorece la ovulación y la implantación del óvulo fecundado.
- Fibra: Presente en cereales integrales y verduras, ayuda a regular las hormonas relacionadas con la fertilidad y reduce el riesgo de síndrome de ovario poliquístico (SOP).
Alimentos a evitar
- Alimentos ultraprocesados: Contienen aditivos y azúcares refinados que afectan negativamente el equilibrio hormonal.
- Cafeína y alcohol en exceso: Ambos están asociados con una disminución de las probabilidades de concepción.
“Todo lo que potencie la calidad del óvulo va a mejorar la fertilidad, pero también es importante que el útero sea receptivo y el endometrio esté preparado”, concluye la Dra. Antich.
La importancia de la dieta en el equilibrio hormonal
La fertilidad no solo depende de la calidad del esperma o los óvulos, sino también de un equilibrio hormonal adecuado. Por ejemplo, los ácidos grasos omega-3 y el ácido fólico contribuyen a la regulación hormonal en ambos sexos. Además, mantener un índice de masa corporal (IMC) saludable es crucial, ya que tanto el bajo peso como el sobrepeso pueden afectar negativamente la fertilidad.
“La especie humana es particularmente ineficiente en términos reproductivos”, comenta la Dra. Antich. Incluso en condiciones óptimas, las probabilidades de concepción son de solo un 20% por ciclo.
A su vez resume sus recomendaciones con un enfoque práctico: “Una bandeja de la fertilidad debería incluir ajo, cebolla, aceite de oliva, aguacate, frutos secos y pescado azul pequeño. Todo ello complementado con frutas y verduras ricas en antioxidantes”. Por otro lado, enfatiza que una alimentación saludable debe ir acompañada de un estilo de vida equilibrado que incluya ejercicio regular y una adecuada gestión del estrés.
Con todo esto, queda claro que seguir una dieta rica en nutrientes esenciales no solo mejora las probabilidades de concepción, sino que también contribuye al bienestar general de hombres y mujeres.