Las frutas y verduras de temporada con las que llenar tu nevera en julio

Te traemos una selección de algunas de las frutas y verduras de temporada que encontrarás durante julio
Su consumo fomenta la sostenibilidad del consumo local, supone un ahorro para el bolsillo, y se aprovechan sus beneficios para la salud
En verano el frutero se llena de color. Pasamos de tener prácticamente las mismas frutas y verduras durante los meses más fríos del año a tener una gran variedad de productos y sabores entre los que elegir. Los productos de temporada siempre son bienvenidos porque nos ofrecen su mejor versión en cuanto a sabor y también para cuidar nuestra salud. Pero si consumimos de temporada también fomentamos la sostenibilidad del comercio local y notamos un ahorro en nuestro bolsillo: son frutas y verduras en el pico de su cosecha, así que estarán más baratas. Aquí va nuestra selección de julio para tu nevera más allá de la sandía.
Arándanos
Los arándanos se encuentran en su pico de producción, que cada vez se cultiva más en España, concretamente en zonas de Huelva y del norte de España, y que cuenta con grandes beneficios para la salud. Su color azulado llama la atención y lo hace ideal para hacer, por ejemplo, riquísimos y fresquitos batidos de frutas para combatir el calor.
Uno de sus grandes beneficios pasa por aportarnos una gran cantidad de antioxidantes que contribuyen a proteger el sistema cardiovascular, el nervioso o el deterioro cognitivo. Cuenta con un importante aporte en vitamina C y también en fibra, por lo que favorece la flora intestinal. Además, sí que ayuda a ante las infecciones urinarias, no como remedio, pero sí como preventivo.
Paraguayo
Muy parecido al melocotón, su origen está en China, donde se le llama ping-yzu-tao, una fruta de verano que se ha ido haciendo popular en España por tener una piel un tanto más fina que la del melocotón y, por supuesto, ser toda una delicia tanto si la tomas tal cual como si la añades en ensaladas o en tartas.
Los paraguayos tienen un gran porcentaje de fibra y agua, produciendo un efecto saciante al comerla, al igual que son ricos en antioxidantes, logrando reforzar nuestro sistema inmune. Otro de sus beneficios es que contiene compuestos fenólicos que regulan los niveles de colesterol LDL, el que llamamos malo, por no hablar en que aportan vitaminas como la A o la C.
Melón
El melón vive en esta época del año su mejor momento, siendo cuando más se produce y más rico está su sabor. Su versatilidad es clara, te puede servir de postre, para hacer un rico zumo o batido, o incluso para un buen entrante si se junta con jamón.
Esta fruta es ideal en pleno verano porque cuenta con una gran cantidad de agua que no solo nos refresca, también nos ayuda a mantenernos hidratados. También tiene un importante conteniendo en potasio e incluso en vitamina A. Además, en los melones que tienen la pulpa más amarilla también presentan importantes cantidades de beta-caroteno o provitamina A.
Calabaza
Aunque la vemos todo el año, lo cierto es que la calabaza inicia su temporada en julio y se utiliza para multitud de elaboraciones, desde cremas y potajes hasta para postres o bizcochos, siendo una verdura llena de versatilidad que nunca falla en la despensa.
Y si no falla en la despensa, tampoco lo hace en nuestro paladar, ya que nutricionalmente no cuenta con muchas calorías, pero si una buena proporción de fibra y carotenos, además de vitaminas A, B, C y E, siendo perfecta para cuidar el sistema cardiovascular y mantener el digestivo, por no hablar de que también cuenta con beneficios para la salud ocular.
Cebolla
Nos hace llorar durante todo el año cuando las cortamos, pero ese es otro tema, y la primavera y el verano son sus mejores temporadas. Se trata de un ingrediente clave en la dieta mediterránea y no hay cocina en la que no haya un par de cebollas para utilizar en cualquier receta gracias a su versatilidad.
Lo bueno de la cebolla es que no cuenta con muchas calorías, pero entre sus capas se encuentran numerosas propiedades nutritivas perfectas para el organismo, como sus propiedades diuréticas. Entre sus bondades está su alto porcentaje en fibras solubles que reducen las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares e incluso permite bajar los niveles de colesterol. También es rica en minerales como el calcio o vitaminas del grupo B y C, además de aportar una cantidad generosa de ácido fólico.