¿Qué bocadillo es más seguro para llevar a la playa o a la piscina?

No todos los alimentos son seguros para meter en el sandwich que te llevas a la playa. getty images
  • Ya sabemos que el calor del verano no se lleva bien con la conservación de los alimentos

  • ¿De qué podemos hacerlo para que sea seguro y no ponga en riesgo nuestra salud?

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En los meses de calor hay que tener especial precaución con los alimentos porque las altas temperaturas favorecen el desarrollo de bacterias patógenas. Algunas son muy populares, como Salmonella o incluso Listeria. Pero existen muchas otras, como Campylobacter o Escherichia coli, por poner dos ejemplos. La mayoría puede crecer sin problema a temperatura ambiente (unos 20ºC-25ºC), es decir, no hace falta que haga un calor extremo para que podamos tener un susto. Eso sí, cuanto más alta es la temperatura, más fácil es que se desarrollen. Por eso hay que tener más cuidado en verano, cuando podemos encontrarnos a temperaturas que rondan los 25ºC-35ºC o incluso más.  

Afortunadamente cada vez somos más conscientes de ello, así que nos planteamos, por ejemplo, qué ingredientes podemos poner a un bocadillo para que sea seguro cuando vamos a la playa o a la piscina.  

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Bocadillos que es mejor no llevar cuando hace calor 

Hay alimentos que son especialmente sensibles porque su composición puede favorecer el crecimiento de bacterias. Esto es debido sobre todo a que contienen muchos nutrientes y mucha agua. Pero no solo por eso. Algunos además pueden contaminarse con relativa facilidad. En esta lista podemos incluir, por ejemplo, el queso fresco o poco curado, el huevo (sobre todo si no está bien cuajado), el jamón cocido, el queso en lonchas, las salsas (por ejemplo, mayonesa) y, en general, los alimentos que necesitan refrigeración. Como podemos imaginar, no son recomendables para un bocadillo que vamos a llevarnos a la playa o a la piscina.  

Eso sí, hay que aclarar que esto no significa que si un día llevamos, por ejemplo, un bocadillo de tortilla francesa vayamos a enfermar necesariamente. Cuando hablamos de seguridad alimentaria no debemos pensar en “todo” o “nada”, sino en riesgos y probabilidades. La probabilidad de que se desarrollen bacterias patógenas en un bocadillo de tortilla es más alta que cuando utilizamos ingredientes más seguros, así que implica un mayor riesgo. Por eso no es recomendable llevarlo cuando hace mucho calor. 

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Bocadillos más seguros 

A partir de lo que acabamos de decir, podemos imaginar que los ingredientes más seguros son los que tienen poca cantidad de agua porque dificultan el desarrollo de bacterias. Por ejemplo, para hacer un bocadillo podríamos utilizar ingredientes como jamón curado, embutidos curados (chorizo, lomo, salchichón, etc.), queso curado, etc. También podemos optar por otros alimentos seguros, como los que vienen en conserva; por ejemplo, atún, sardinas, etc. 

Eso sí, que todos estos alimentos sean más seguros que los que comentamos anteriormente no significa que estén exentos de riesgos. Por eso siempre es importante tener ciertas precauciones.  

Medidas básicas de precaución para evitar sustos 

Para tratar de reducir los riesgos es importante seguir una serie de recomendaciones muy sencillas, pero también muy importantes:  

  • Mantener la limpieza. Lavar bien las manos antes de preparar el bocadillo y también cuando vayamos a comerlo y siempre que sea necesario. Utilizar utensilios limpios para cortar el pan, los ingredientes, etc.  
  • Separar los alimentos sucios o crudos de los que ya están cocinados o listos para consumir. También conviene proteger los alimentos para que no se contaminen. Por ejemplo, podemos envolver el bocadillo con papel de aluminio o de film, o meterlo en una fiambrera 
  • Cocinar bien los alimentos. Como ya hemos dicho, hay alimentos que son especialmente sensibles y no muy adecuados para hacer bocadillos cuando hace calor, como ocurre con el huevo. Pero si aún así los vamos a utilizar, conviene cocinarlos bien, hasta que estén bien hechos.  
  • Enfriar los alimentos perecederos. El frío ralentiza el desarrollo de bacterias.  
  • Tener precaución con el tiempo que pasa desde que elaboramos el bocadillo hasta que lo comemos. Cuanto más breve, mejor.  
  • Evitar dejar los alimentos a pleno sol, sin olvidar que en la sombra la temperatura también suele ser alta. 

Si queremos asegurar la inocuidad de los alimentos, lo mejor es utilizar una nevera portátil con placas acumuladoras de frío. Si no tenemos esa posibilidad, también podemos optar por llevar alimentos seguros (por ejemplo, conservas sin abrir de atún o de sardinas, tomate fresco entero, etc.) y preparar el bocadillo en el momento de consumirlo.