Navidad

Ahorra dinero congelando marisco y pescado ya para Navidad: cómo hacerlo bien

Cada tipo de marisco debe congelarse de una forma concreta
Cada tipo de marisco debe congelarse de una forma concreta. getty images
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Puede que parezca mentira, pero la Navidad está a la vuelta de la esquina. En apenas un mes estarás ya planificando la cena de Nochebuena, pero si empiezas a planteártelo desde ya puede que te ahorres más de un quebradero de cabeza y algún que otro euro. Está claro que la cesta de la compra no está precisamente barata, y mucho menos lo va a estar dentro de unas semanas, por lo que ahora puede ser el momento perfecto para comprar algunos productos a consumir en las fechas navideñas conservándolos en el congelador.

Si lo que quieres es ahorrar y quitarte ya un peso de encima ahora es el momento ideal para comprar pescado y marisco si tienes planeado servirlo en Navidad, así ahorrarás dinero y te aseguras que lo compras de buena calidad y que no hay desabastecimiento de materia prima. Ahora bien, hay que saber congelarlo de manera adecuada para su correcta conservación y que, al servirlo dentro de unas semanas, conserve sus propiedades y sabor.

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Cómo congelar pescado

En el caso del pescado lo ideal es congelarlo cuanto antes para no perder su frescura. Para hacerlo correctamente lo mejor es hacerlo con la pieza limpia, ya sin escamas, vísceras o cualquier otro residuo. Antes de meterlo en el congelador hay que secarlo bien para evitar la humedad, envolviéndolo luego en papel film o envasándolo al vacío.

A la hora de meterlo en el congelador, hazle un buen hueco en su interior y no lo pongas encima de otros productos ya congelados. El pescado puede aguantar varios meses conservando sus propiedades y lo ideal es que lo saques unas 24 horas antes de cocinarlo, dejando que se descongele dentro de la nevera con una rejilla para que vaya cayendo el agua que suelta durante el proceso.

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Cómo hacerlo con cada tipo de marisco

Hablando ya de marisco, hay que saber diferenciar entre ellos para congelar cada tipo de manera adecuada. Por ejemplo, los crustáceos de mayor tamaño, como pueden ser los centollos o los bogavantes, lo ideal siempre es comprarlos vivos para cocerlos. Cuando estos ya están cocinados, se dejan enfriar y cuando la temperatura ha bajado se envuelven en un paño humedecido con el propio agua de la cocción. Después se envuelven con papel film muy apretado y se lleva al congelador, siempre con las patas hacia arriba para que el caparazón mantenga los jugos.

Por otra parte, en los crustáceos de tamaño más pequeño, como las gambas o los langostinos, lo más aconsejable es congelarlos en crudo, sobre todo si lo que tienes en mente es cocinarlos a la plancha. Sí que hay que tener en cuenta que en el caso de las cigalas, al congelarse en crudo su cabeza se puede ennegrecer, por lo que no hay problema en cocerla antes de congelarla.

Y quedan los bivalvos, como los mejillones, las almejas o las zamburiñas. Como todo, siempre es mejor congelarlos en crudo, pero en ese caso hay que revisar bien de que ninguna de las piezas esté en mal estado, por eso mismo también es una buena opción hacerlo con este marisco ya cocinado, como los mejillones, que siempre se deben congelar ya cocidos y con un poco de agua de su cocción.

Cómo descongelar

Si hay que saber cómo congelar cada tipo de marisco y pescado para que llegue en buen estado a Navidad, también hay que saber cómo descongelar cada producto para que conserve todas sus propiedades y que sea todo un éxito en la mesa. Si quieres saber cómo hacerlo, en el vídeo tienes todos los detalles.

¿Cómo descongelar el marisco para consumirlo de forma segura?
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