Café y naranja en vez de aceite: el consejo de un jamonero para potenciar el sabor de la tostada de jamón

Un maestro jamonero recomienda cambiar el aceite de oliva de la tostada por café y ralladura de naranja para potenciar el sabor del jamón
Tres mitos del jamón ibérico que nos hemos creído (y no son verdad)
En España existen múltiples posibilidades de desayuno, pero sin lugar a duda los mejores se preparan los fines de semana, cuando hay más tiempo no solo para prepararlo, sino que también para disfrutarlo. Uno de los más populares son las tostadas con jamón serrano o ibérico, a las que se les suele añadir un poco de aceite antes de poner las lonchas por encima y otros también tomate o aguacate, ya siendo cuestión de gustos de cada uno. Pero ¿y si el aceite no fuese la mejor opción para potenciar el sabor del jamón?
Cualquiera que se prepare unas tostadas de jamón o las pida en un bar casi por inercia le añade un poco de aceite de oliva, aunque hay quien defiende que no es algo que deberíamos hacer, ya que con ello se le resta sabor al producto y no lo tomamos con la calidad que debería.
Por qué no añadir aceite a la tostada
“Es como echarle azúcar por encima a una tarta de chocolate”, explica en sus redes sociales el maestro jamonero Víctor Sanchego. Este sostiene que “la grasa del jamón ibérico tiene más de un 60% de ácido oleico, igual que el aceite de oliva virgen extra, y en vez de ayudarle a potenciar el sabor, lo está restando”.
Entonces, ¿cómo deberíamos realmente tomar la tostada de jamón ibérico si no le añadimos un chorro de aceite de oliva? El propio maestro jamonero da su fórmula, aunque posiblemente se aleje de cualquier cosa que pienses, ya que se trata de una combinación de café solo con ralladura de naranja.
El efecto del café
Lo que el propone es poner el café solo recién hecho en una bandeja y rallar un poco de naranja por encima. Luego solo tienes que pasar la rebanada de pan con la que te vas a hacer la tostada por la mezcla vuelta y vuelta y llevarla a tostar.
Con esto el pan no solo va a tomar ese aroma característico, sino que a convertirse en el mejor acompañamiento del jamón ibérico. Sanchego lo compara con lo que ocurre en las perfumerías, donde tras oler diferentes aromas puedes sentirte saturado, por eso mismo es común que se ofrezca a los clientes unos granos de café que ayudan a resetear el olfato.
Así, la potencia y el amargor que caracterizan al café consiguen limpiar la grasa del jamón ibérico y potenciar su sabor, convirtiéndose en la mejor forma de tomar las tostadas.
