El único robot en el mundo capaz de hacer una paella está en Bilbao
La Escuela de Hostelería de Leioa hace dos días a la semana paellas y fideuás preparadas exclusivamente por robots
Con este proyecto se busca optimizar determinados procesos y mostrar a los alumnos las claves de la robótica en la cocina
Con los robots se busca complementar el trabajo de chefs y ayudantes de cocina, nunca sustituir su cretividad gastronómica
La gastronomía que todos tenemos en mente, hasta la más vanguardista, requiere de maña, de toque personal, del gusto y la mente de una persona, de un chef. Bien es cierto que con el paso de los años han ido apareciendo aparatos que han ido llenando nuestras cocinas y otros que son más exclusivos de los grandes restaurantes, lo que no quita la necesidad de un cocinero detrás para que todo salga bien. Pero ¿te comerías una paella hecha exclusivamente por un robot? Puede parecer descabellado, sí, pero ya se hace.
Hace unos años se presentó en el Salón de la Innovación en Hostelería H&T de Málaga el br5, el primer robot que era capaz de hacer una paella sin la necesidad de que hubiese intervención humana alguna. Ahora es la Escuela de Hostelería de Leioa la que utiliza este pionero sistema automatizado para hacer paellas y fideuás, con el que ganó el premio a la Mejor Automatización e Integración Robótica en los Advanced Manufacturing Awards 2024.
Sin duda los avances tecnológicos también están afectando al mundo de la gastronomía y de la hostelería, donde la Escuela de Hostelería de Leioa ha dado en paso con este proyecto para optimizar determinados procesos y mostrar a sus alumnos las claves de la robótica en la cocina.
En septiembre de 2024 se comenzó a utilizar este sistema dos días a la semana para preparar paellas y fideuás con éxito, ya que en el comedor universitario donde se sirven han tenido una buena acogida, hasta grandes chefs le han dado su aprobación. Ahora bien, ¿cómo hacen la receta estos robots?
Así funcionan los robots
Se trata de un proceso totalmente automatizado en el que los robots cogen los ingredientes ubicados en una estantería, echan el caldo y ajustan la temperatura del cocinado para controlar cada paso con absoluta exactitud, generando movimientos para evitar que los ingredientes se quemen o se peguen en el fondo y así conseguir el mejor resultado.
El proceso de cocinado está programado a través de una serie de comandos con los que se consigue que todos y cada uno de los platos se preparen en base a una receta estándar, evitando las variaciones que se producen con un cocinado manual. En cambio, también existe una pantalla vertical para comprobar la aplicación y que permite supervisar el cocinado o ajustar parámetros cuando sea necesario.
La Escuela de Hostelería de Leioa utiliza dos brazos robóticos de Universal Robots, una firma danesa, con modelos UR3e que pueden trabajar en cuatro paellas al mismo tiempo; además de cuatro fogones paelleros de Mimcook Pro, capaces establecer con gran precisión la temperatura del cocinado en cada momento y los tiempos de cocción.
¿Falta de creatividad?
La presencia de estos robots en las cocinas no significa que vayan a sustituir la labor humana de los chefs o los ayudantes de cocina, sino complementar su trabajo a través de unas instrucciones programadas con las que se logra que los platos salgan con la misma calidad. Por su parte, con su presencia también se busca una reducción en el esfuerzo físico de los cocineros.
Pero uno de los desafíos principales pasa por la creatividad. ¿Se pierde? Al contrario, un robot no va a crear una receta, sino que va a replicar a través de unos parámetros una receta que ya se ha preparado cientos de veces por cocineros, en los que sigue estando la parte creativa e innovadora de lo que nos llega a la mesa.
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