Tres aciertos y tres errores a la hora de elegir sillas de cocina

Elegir las sillas adecuadas para tu cocina es una tarea crucial que afecta tanto la estética como la funcionalidad del espacio
Uno de los aspectos clave es no tener en cuenta la importancia del espacio, tanto de la cocina, como de los muebles y de la propia silla
Cuando llega la hora de renovar cocina es importante plantearse en profundidad cada aspecto de este espacio por el bien de nuestro propio futuro, seas un cocinillas o no. Hay que pensar en aspectos como las mesas, el estilo de la estancia, la distribución del espacio… Y por supuesto, las sillas. Elegir las sillas adecuadas para tu cocina es una tarea crucial que afecta tanto la estética como la funcionalidad del espacio. Te contamos tres aciertos fáciles y tres errores habituales que debes tener en mente para asegurarte de que tomas la mejor decisión al elegir sillas de cocina.
Tres aciertos fáciles al elegir sillas de cocina
Proporciones adecuadas al espacio disponible
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es la proporción de las sillas en relación con el espacio disponible y la mesa de la cocina. Asegúrate de que las sillas se ajusten adecuadamente al tamaño de la mesa y permitan suficiente espacio para moverse cómodamente alrededor de ellas.
Una regla general es dejar al menos 90 cm de espacio libre alrededor de la mesa para que las personas puedan moverse y las sillas se puedan sacar fácilmente. Este espacio es clave para evitar que la cocina parezca demasiado abarrotada y para que tú y quien viva contigo os podáis mover sin problemas por la habitación. En cocinas con dimensiones más reducidas, las sillas apilables o plegables pueden ser una solución práctica que permita guardar los asientos cuando no estén en uso.
Materiales duraderos y mantenimiento
Elegir materiales que sean duraderos y fáciles de mantener es crucial, especialmente en una cocina donde las sillas estarán expuestas al uso diario y a la suciedad propia de esta sala. Las sillas de madera tratada, metal y ciertos tipos de plástico son buenas opciones debido a su durabilidad y facilidad de limpieza. Estos materiales pueden soportar el uso diario sin necesitar un mantenimiento excesivo.
Por ejemplo, las sillas de metal con un acabado en polvo pueden resistir el desgaste y la corrosión, mientras que las sillas de plástico de alta calidad son resistentes a las manchas y fáciles de limpiar. La madera tratada no solo proporciona un aspecto clásico y cálido, sino que también puede durar años, eso sí, con el mantenimiento adecuado.
Funcionalidad y comodidad
La funcionalidad y comodidad de las sillas también son factores clave. Hay que plantearse aspecto como el cómo planeas usar las sillas y qué características adicionales pueden hacerlas más útiles.
Las sillas con asientos acolchados o respaldo ergonómico pueden suponer un extra de comodidad durante las comidas más largas, sin ir más lejos. Además, algunas sillas vienen con almacenamiento integrado o son plegables, lo cual es importante tener en cuenta si queremos sacar el máximo partido al espacio en cocinas más compactas. Las sillas giratorias también pueden añadir una capa de funcionalidad adicional, facilitando el movimiento sin tener que levantarse.
Tres errores habituales al elegir sillas de cocina
No probar las sillas antes de comprar
Un error común es no probar las sillas antes de comprarlas. La comodidad y la funcionalidad de una silla no pueden evaluarse completamente solo mirando la descripción y fotos en una web o en las páginas de un catálogo. Es fundamental visitar la tienda para probar las sillas. Si compras online, revisa las políticas de devolución para asegurarte de que puedes devolver las sillas si no cumplen con tus expectativas.
Probar las sillas te permite ser consciente de aspectos como la comodidad del asiento, la altura del respaldo y la estabilidad de la estructura. También puedes servir para comprobar si las sillas se ajustan a la altura de tu mesa y si ofrecen suficiente espacio para las piernas.
No tener en mente el estilo de la cocina
Otro error es elegir sillas que no se alinean con el estilo general de la cocina. Las sillas deben complementar los colores, materiales y estilo de los demás muebles y accesorios de la cocina para crear un espacio coherente y armonioso. Por ejemplo, una silla moderna de metal puede parecer fuera de lugar en una cocina de estilo rústico.
Es importante plantear el diseño de la cocina en su totalidad. Si tienes una cocina de estilo industrial, las sillas de metal o madera reciclada pueden ser perfectas. En cambio, para una cocina de estilo nórdico, sillas de líneas limpias y colores claros son más apropiadas.
Ignorar la altura y el espacio para las piernas
Elegir sillas de cocina que no se ajustan adecuadamente a la altura de la mesa puede causar incomodidad a todos aquellos que las usen. Es crucial medir la distancia desde la parte superior de la mesa hasta el asiento de la silla para asegurarse de que haya suficiente espacio para las piernas. La mayoría de las personas encuentran cómodas con un espacio de entre 25 y 30 cm entre el asiento y la parte inferior de la mesa.
Las sillas demasiado altas o demasiado bajas pueden causar problemas de ergonomía y comodidad. Si una silla es demasiado alta, puede ser difícil sentarse y levantarse; si es demasiado baja, puede ser incómoda para comer o trabajar en la mesa.