El obrador de Barcelona que es el paraíso para amantes de la tarta de queso: 30 opciones artesanales
El proyecto liderado por Oriol Gil nació en plena pandemia y hoy cuenta con casi 300 valoraciones de 5 estrellas en Google
Disponen de 30 variedades de cheesecake que envían a domicilio, aunque ya están pensando en abrir su primer local en Barcelona
Fuimos muchos los que durante la pandemia nos convertimos en panaderos o reposteros de andar por casa (nunca mejor dicho). Durante varios meses, en los que estuvimos confinados o saliendo muy poco a la calle, nos lanzamos a hacer panes, bizcochos y todo aquello que nos mantuviera ocupados durante un buen rato en la cocina. Y, aunque ese no fue el caso de Oriol Gil, que ya tenía una larga trayectoria en el mundo de la cocina y la pastelería, lo cierto es que este apasionado de la tarta de queso quiso aprovechar las circunstancias para intentar conseguir la mejor versión posible de este postre que hoy es el protagonista indiscutible de La Cheesecakería.
Bueno, en realidad, en este caso tendríamos que hablar de 30 protagonistas, porque aquí se despachan hasta 30 variedades diferentes de esa elaboración icónica que siempre nos traslada al Nueva York más goloso. En la carta de su delivery encontrarás desde el clásico cheesecake de tres quesos hasta el de pistacho, que es uno de los más codiciados, pero también versiones más innovadoras de las que nos ha hablado su creador, en detalle, durante la entrevista que compartimos contigo más abajo.
Pero antes de lanzarte a hacer un pedido a La Cheesecakería te conviene saber que puedes pedir que personalicen tu caja de entrega sin coste adicional. Y otra cosa importante que debes tener en cuenta es que, además de usar siempre ingredientes locales de primera calidad, han pensado en celíacos, intolerantes a la lactosa, diabéticos y otros perfiles con alérgenos e intolerancias. De esta manera, nadie en Barcelona tiene por qué quedarse sin disfrutar de sus creaciones.
¿Quién es Oriol Gil y en qué momento le pareció una brillante idea montar un delivery de cheesecake?
Yo soy chef, estudié cinco años de cocina, servicio y pastelería en La Joviat, que está en Manresa, en el corazón de Cataluña. Digamos que es una escuela de pastelería bastante prestigiosa de la que yo salí en 2010 para luego estar trabajando como cocinero durante 10 años. Básicamente, haciendo temporadas en hoteles de 4 o 5 estrellas y restaurantes de todo tipo.
Hasta que llegó la pandemia que pondría todo patas arriba.
Eso es. En ese momento yo estaba de jefe de cocina en una vinoteca con una cocina pequeñita, pero empezaron con todo aquello de los ERTE, nos mandaron a todos a casa, y a mí todo aquello me pilló en un momento en el que yo ya venía pensando en hacer un cambio en mi vida profesional. Llevaba como 10 o 12 años trabajando para otros y me empezó a picar el gusanillo de tener algo propio. Tenía claro que quería emprender pero lo de abrir un restaurante no lo terminaba de ver. Así que, aprovechando el confinamiento, me dio por ponerme a hacer pruebas con mi postre favorito, que es el que siempre pedía en todos los restaurantes a los que iba. Decidí que iba a intentar, como reto personal, conseguir la receta del cheesecake ideal. Lo que para mí sería la tarta de queso perfecta.
¿Y cómo fue todo el proceso hasta llegar donde habéis llegado?
El caso es que, poco a poco, empecé a darla a probar a mis padres, a mis amigos... También me percaté de que ya estaba Álex Cordobés con la suya en Madrid, que aquí también había un chico que era referencia y que llevaba como un año intentando hacerse un nombre con la tarta de queso... Y aprovechamos ese momento de auge para lanzarnos a la piscina. Pero, claro, nosotros no teníamos unos ahorros para montar una tienda en Barcelona, ni queríamos hipotecarnos con bancos, porque aquí los alquileres son súper caros, así que pensamos que, en vez de abrir un local, que es lo que hace todo el mundo, crearíamos un delivery artesanal.
Y parece que el tiempo os ha dado un poco la razón. Ahí están las valoraciones de vuestros clientes.
En lugar de tener un local súper chulo, decidimos apostar por un negocio online. Pero sin perder el tema de la artesanía, haciendo todo con mucho cariño... Y con un valor añadido: íbamos a intentar sacar cuantos más sabores mejor. Queríamos satisfacer a todo tipo de público, por eso tenemos desde las tartas de queso más queseras, más rollo vascas, hasta una línea donde ofrecemos cheesecakes elaborados con frutas frescas, huyendo siempre de lo industrial. Por ejemplo, hoy acabamos de entregar una de ricotta y pera. Para elaborarla usamos pera natural, que la caramelizo yo mismo. Y también tenemos de fresa, de limón...
¿Cuál fue la oferta inicial hasta llegar a las 30 actuales?
Empezamos a finales de 2022 con 10 o 12. Había dos o tres queseras, la de caramelo de mantequilla salada, que fue de las primeras, algunas de frutas, de chocolate.... Y poco a poco fui creando más sabores e incorporándolos a las tartas. Ahora tenemos más de 30 en realidad. Primero pasamos de hacerlas en casa, para venderlas a nuestros amigos y familiares, a elaborarlas en un obrador compartido. Y al cabo de un añito y algo ya podíamos permitirnos un obrador pequeñito propio, que luego hemos ido cambiando por temas de logística. Y ahora lo que tenemos es un obrador más espacioso desde donde hacemos todos los repartos.
Me imagino que el equipo también habrá ido creciendo.
Al principio estaba yo solo, en el obrador, con mi pareja, Natalia, que se encargaba un poco del marketing, del trato al cliente y de los pedidos. Pero ahora tenemos otros dos chicos fijos en el obrador y alguno más que viene de extra cuando los necesitamos. Y además tenemos una persona que nos entrega. En total, somos cinco en el equipo.
Ahora que ya hemos puesto La Cheesecakería en contexto, ¿cuáles son las cheesecake que mejor funcionan?
Es una pregunta difícil. Te diré que hay dos que son las más vendidas. Por un lado, nuestra clásica, que es una mezcla de tres quesos con un punto de sabor algo subido subido, que hacemos a partir de una mezcla de queso crema, un grana padano y un queso azul suave con huevos, nata y azúcar. Esa se pide mucho porque la mayoría de gente que pide una tarta de queso quiere un sabor más clásico. Y la otra más demandada es la de pistacho, que es espectacular. La elaboramos a partir de una pasta de pistacho que hacemos nosotros con pistacho natural. Primero, tostamos el pistacho, lo trituramos y le añadimos un punto de sal. Una vez tenemos la crema de pistacho, elaboramos el cheesecake con la misma base que tienen todas.
¿Y en qué consiste esa base?
La base de la tarta de queso, aparte de la nata, los huevos y el azúcar, es el queso crema. Es lo que le da la consistencia y la textura a la tarta de queso, solo que le da la textura. El otro elemento común en todas ellas es la base de galleta, que -después de muchas pruebas- obtenemos a partir de la mezcla de dos tipos: la clásica galleta María, que es una galleta tostada tipo básica que a mí siempre me ha parecido un poco insípida, y la speculoos, que es de origen belga. Me parece que le da un punto de sabor un poco especiado que está muy rico.
También veo que hay algunas que son algo más atrevidas, como la japonesa.
Justo esa, la Cotton Japanese Cheesecake, no lleva base de galleta. Es como una especie de suflé súper esponjoso que a la gente le sorprende mucho. Otras muy especiales son la de ricota y arándanos naturales, o la que hacemos con chocolate de 85% y cerveza negra. O la de cabrales, que es un queso azul más fuerte. También la de té matcha biológico, que tiene un aspecto verdoso y está igualmente muy rica.
Teniendo en cuenta que siempre usáis producto natural y fresco, me imagino que la oferta irá cambiando en función de la temporada.
Así es. Jugamos mucho con la temporada de cada fruta. Por ejemplo, hace poco hemos incorporado un cheesecake con queso de cabra que va muy bien con la fruta. Y según la temporada va a llevar una mermelada u otra. Ahora los clientes pueden elegir entre mango y naranja, y en otro momento habrá una de frutos rojos, que pueden ser perfectamente fresas.
Sabemos que siempre has sido un enamorado de esta receta. ¿Qué opinas de la de La Viña?
No he estado nunca allí pero he probado la fórmula que tienen. Al final fue de las primeras que fueron disruptivas porque hace 30 años las tartas de queso eran de estilo americano y ellos se desmarcaron con un estilo totalmente diferente. Estaba tostada por encima, que no se llevaba, y tenía mucho sabor a queso. Creo que en aquel momento fue fue algo súper innovador y muy chulo. Pero yo lo que hago principalmente es seguir pidiéndolas en los restaurantes para ver lo que hace la competencia. Al final, cada uno la hace a su manera, y la verdad es que están todas muy bien.