Los Hermanos Vinagre o cómo darle a la lata con alegría: "Estas no pueden faltar en tu cesta de picnic del verano"
Hermanos Vinagre es el lugar de referencia para los amantes del aperitivo y las conservas gourmet
Entrevistamos a Eduardo Gómez, nuevo Director General de este concepto a finales de 2026 contará con 10 locales
Si le preguntas a un madrileño por el templo del laterío en Madrid es muy probable que te recomiende visitar cualquiera de los cuatro establecimientos con los que cuenta Hermanos Vinagre en Madrid. Por este motivo, nos hemos citado en el local de la calle Narváez con Eduardo Gómez, Director General. Porque el hecho de que ellos sean expertos conserveros –todo lo que despachan en sus bares lo elaboran ellos mismos– les autoriza plenamente para asesorarnos acerca de las conservas que no deberían faltar en nuestro picnic al aire libre. Algo que se antoja más que apetecible en estos días de calor, sobre todo si vives cerca del Parque de El Retiro o La Casa de Campo.
“Yo me he incorporado hace un mes, principalmente para hacer crecer la marca. Tanto a nivel de locales, ya que la idea es acabar 2026 con 10 locales, como abriendo nuevas líneas de negocio. Y el objetivo es terminar comercializando nuestras propias conservas”, nos comenta Gómez antes de compartir con nosotros el origen de tres de sus productos estrella en Hermanos Vinagre: el mejillón, que es de un determinado calibre, lo compramos en Galicia, mientras que la anchoa y el boquerón nos lo consigue una gente de Bilbao, aunque somos nosotros en el obrador quienes nos encargamos de desalar, deshuesar y darle el tratamiento necesario”.
Si no has estado nunca en ninguno de sus exitosos locales, te contamos brevemente lo que vas a encontrar en todos ellos. Hablamos de tabernas, con un gran poder de convocatoria entre los jóvenes, en las que todo gira en torno al buen producto y a esas recetas -tan populares somo sencillas- que siempre funcionan, a las que dan una vuelta de tuerca.
En Hermanos Vinagre rinde homenaje diariamente a las conservas, los escabeches y las barras de toda la vida, elevando el momento del aperitivo a una experiencia con identidad propia. Esto es posible gracias a la fábrica de conservas que tienen en Boadilla del Monte, donde las preparan antes de distribuirlas a todos sus locales: desde los famosos mejillones en escabeche ahumado a los acertadísimos boquerones en vinagre, pasando por sus gildas o su anchoa sobre tosta de mantequilla.
Una vez confirmado que nadie mejor que ellos para asesorarnos en materia de conservas gourmet, le preguntamos a nuestro anfitrión qué es eso que no puede faltar en una cesta de picnic si buscamos que el plan no tenga fisuras: “Yo metería unas anchoas, unos boquerones en vinagre, unos buenos mejillones, berberechos… Además de unos pepinillos y unas gildas de calidad”. Con sus correspondientes acompañamientos a modos de soporte, por supuesto: “Las patatas fritas siempre las puedes combinar con el boquerón, el mejillón o la anchoa, pero también me llevaría una buena chapata de pan de cristal porque eso funciona prácticamente con todo”.
También hablamos de pimientos del piquillo confitados y unas buenas aceitunas manzanilla, de esas que se acaban siempre que se abre el bote, antes de lanzarle a nuestro invitado la pregunta del millón: ¿Por qué están teniendo tanto éxito los conceptos que apuestan por las conservas gourmet en Madrid?
Y sí, Eduardo tiene la respuesta: “Yo creo que una de las razones tiene que ver con la sensación de familiaridad que te dan esas latas, te hacen sentir que estás en casa. Pero también influye el hecho de que no hay apenas manipulación por parte de los restauradores, lo que da mucha confianza al consumidor y hace que la experiencia del cliente sea muy positiva”.
Y no podemos estar más de acuerdo en esto último. Lo comprobamos en primera persona al saborear todos sus productos estrella. "Lo que más se vende es la gilda, lógicamente, y después la anchoa sobre tosta de mantequilla. Luego ya estarían la ensaladilla rusa, que también es fría, el bocadillo de calamares, la oreja adobada y frita... Como sabemos que estás haciendo un esfuerzo para no salir corriendo al Hermanos Vinagre que te pilla más cerca de casa, vamos a dejarlo aquí. No sin antes recomendarte que, pidas lo que pidas, lo acompañes con una bolsa de patatas fritas. Porque también las fríen ellos, y eso se nota".