Los 7 mejores hoteles gastronómicos con encanto de España
Los hoteles gastronómicos han dejado de estar únicamente centrados en el hospedaje y se centran también en su restaurante
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La gastronomía es clave para muchas personas a la hora de escoger destino, pues no solo quieren descubrir lugares nuevos, vivir aventuras interesantes o poder relajarse y dejar todos los problemas a un lado, quieren lograr todo esto y además hacerlo mientras se sientan delante de una buena mesa y prueban platos excelentes que no hayan tenido que preparar ellos mismos (aunque después los intenten recrear en casa).
No existe una única manera de vivir las vacaciones, pero cada más hoteles son conscientes de que para que sus clientes puedan vivir la experiencia completa es necesario pensar en todos los detalles y ofrecer la máxima calidad. Durante mucho tiempo esto ha estado relacionado con las instalaciones y los servicios que ofrece el personal, siempre poniendo todo de su parte. Esto sigue siendo así, sumando el extra que ofrece una buena oferta gastronómica.
Este tipo de establecimientos ha pasado a darle a la cocina el lugar que merece, sentarse a comer o cenar no es un mero trámite, para muchos visitantes es lo que marca la diferencia y poder disfrutar de ello sin tener que volverse loco porque se puede encontrar en el mismo hotel es un plus. Evidentemente, explorar todas las opciones que ofrece la zona es clave para este tipo de turistas, así como para la gente del lugar, porque los hoteles gastronómicos están pensados y diseñados para funcionar como un todo, pero también para que cada una de sus partes sea destacable.
No solo importa la parte del hotel, esa con la que los clientes quedan encantados e incluso graban vídeos para compartir en sus redes o con sus familias y amigos, el restaurante está pensado para funcionar por su cuenta, poniendo a los mejores profesionales al mando y ofreciendo calidad durante todo el proceso. De este modo, no solo los clientes quedan satisfechos al descubrir el menú, también muchas personas lo escogen como restaurante sin tener que estar hospedados allí. Doble éxito.
Hoteles gastronómicos con encanto de España
Los hoteles gastronómicos han dejado de estar únicamente centrados en el hospedaje, lo que no quiere decir que descuiden esta faceta de la propuesta. Saben que es importante ofrecer la experiencia completa y por eso apuestan por la alta cocina y por una oferta que seduzca a los amantes de la gastronomía, que están más que dispuestos a dejarse convencer por sus cuidadas cartas y sus originales propuestas.
- Eunice Hotel Gastronómico. Ubicado en Salamanca, cerca de la Plaza Mayor, este establecimiento de cinco estrellas es un claro ejemplo de lo que es un hotel gastronómico. El chef José Manuel Pascua y su equipo proponen un viaje a las raíces a través de productos locales elaborados con mimo. Lo hacen a través de dos espacios: Pascua y Yantar.
- Torre del Marqués Hotel Spa & Winery. En el corazón de Matarraña (Teruel) está este hotel de cinco estrellas que ofrece un espacio único en el que disfrutar de la tranquilidad. Su restaurante, la Atalaya del Tastavins, ofrece innovación y tradición a partes iguales, cocina creativa, alta gastronomía con productos locales de temporada.
- Atrio. En este caso, lo más conocido de Atrio es su restaurante, por lo que no hay duda de que se ha priorizado este aspecto. Tienen dos espacios para alojar huéspedes, el Hotel y, a pocos metros, el Palacio Paredes Saavedra. En su restaurante, Toño Pérez apuesta por la cocina amable, vanguardista y, sobre todo, rica. Cuenta con tres estrellas Michelin.
- Mandarín Oriental Ritz. En el Triángulo de Oro de Madrid está este hotel gastronómico, un palacio de la Belle Époque que tiene una propuesta gastronómica de altura. Bares y restaurantes de primer nivel, como El Jardín del Ritz para disfrutar al aire libre o Dessa, su restaurante con dos estrellas Michelin con un menú inspirado en la figura de Cronos, una propuesta del chef Quique Dacosta.
- Nobu Hotel San Sebastián. Este establecimiento está ubicado en una villa histórica de 1912, en la bahía de La Concha, lo que hace que las vistas al mar sean uno de sus atractivos, otro es su propuesta como hotel gastronómico, con platos de autor y especialidades locales de la mano del chef Nobu Matsuhisa.
- Abadía Retuerta LeDomaine. A menos de dos horas de Madrid, en la Ribera del Duero, está este hotel que ofrece tanto catas de vino como una experiencia gastronómica a disfrutar. Vanguardia y creatividad se entremezclan con producto local, de la huerta y de temporada en Refectorio, una experiencia que vale la pena.
- Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel. En Huesca también saben unir lujo y gastronomía y este hotel, ubicado en la emblemática Estación Internacional de Canfranc, es prueba de ello. Su oferta gastronómica incluye tres restaurantes, un snack bar y una coctelería de autor, un ambicioso proyecto liderado por el chef Eduardo Salanova y la directora de sala Ana Acín.