El restaurante italiano en Madrid que conquistó a Sophia Loren, Claudia Cardinale o Di Stéfano

Plato de pasta de Alduccio
Estrellas como Sophia Loren y Claudia Cardinale disfrutaron de la cocina del primer italiano de Madrid. Alduccio
  • Grandes actrices italianas comieron en este veterano negocio que frecuentan ahora muchos famosos

  • Alfredo Di Stéfano comía cada viernes en este restaurante ubicado cerca del Santiago Bernabéu

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Puedes encontrar restaurantes italianos en multitud de países, pero no todos los que se encuentran lejos de Italia son capaces de seducir a grandes estrellas de dicho país. Existe uno en Madrid en el que disfrutaron actrices de la talla de Sophia Loren, una de las grandes estrellas de la época dorada de Hollywood, y Claudia Cardinale, la musa de cineastas como Federico Fellini y Sergio Leone. Estamos refiriéndonos a Alduccio (avenida de Concha Espina, 8, Madrid), un lugar que está muy cerca del estadio Santiago Bernabéu y en el que también comían el futbolista argentino Alfredo Di Stéfano o el bailarín ruso Mijaíl Barýshnikov. El negocio ya ha cumplido 60 años y desde entonces continúa recibiendo las visitas de numerosos famosos, como Ion Aramendi, Ana Peleteiro, Carmen Lomana, Elsa Anka, Mónica Cruz, Sebastián Yatra, Antonio Resines y Javier Gutiérrez, entre muchos otros.

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El primer italiano en Madrid

Alduccio presume de ser el primer restaurante italiano en Madrid. Según explican en su página web, su fundador fue Aldo Sebastianelli, que en 1957 trajo la pizza a España y la ofrecía en un local que estaba en la calle Gonzalo Jiménez de Quesada, detrás de la Gran Vía de Madrid. Los americanos residentes en la capital ya conocían esta comida y lo llevaron a crear el Alduccio de la base de Torrejón de Ardoz. Cinco años después de su llegada a la ciudad, en 1962, Aldo montó cerca del Santiago Bernabéu el restaurante que hoy en día sigue adelante bajo la batuta de sus hijos, Giancarlo y Monica Sebastianelli.

“Personalidades como Sofía Loren y Claudia Cardinale han disfrutado de la pizza y de la auténtica pasta fresca hecha a mano tal y como la elaboraban ‘le mamme’ en las casas italianas”, cuentan. Además, revelan cuál era el plato favorito de Alfredo Di Stéfano que tomaba todos los viernes en el local: los gli gnocchi.

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Qué comer en Alduccio

La carta de Alduccio ofrece varios platos para compartir, como la focaccia con prosciutto di Parma, la burrata con tomate de la huerta y olio al tartufo, provolone con orégano al horno, setas a la plancha con ajito frito, berenjenas alla parmigiana o ‘fritto di gamberi e calamari’. En su sección de la huerta figuran la ‘insalata’ verde con tomate, atún, cebolleta y huevo duro y la ‘insalata mare e monti’, que lleva salmón, mozarela de búfala, aguacate y langostinos.

La pasta fresca del restaurante se elabora a mano cada día. Sus responsables destacan algunos platos que describen usando la palabra “magníficos”, como su clásica lasaña a la napolitana, los gnocchi al gorgonzola, los fettuccine Alduccio y los fettuccine fungi porcini e tartufo. Los comensales también pueden pedir espaguetis a la carbonara con guanciale y huevos de corral, penne al pesto con pecorino o tortelloni de ricota y espinacas. Existe también opción de pasta sin gluten.

En un italiano no pueden faltar las pizzas y en este resaltan que su masa tiene una fermentación de hasta 72 horas. Las posibilidades empiezan por las clásicas margherita, romana o prosciutto e funghi. Otras opciones son la bolognese con carne picada de ternera, la vegetale con tomate, mozarela, berenjenas, calabacín, setas y tomatitos cherry, y la Alduccio, que combina mozarela, gorgonzola y parmesano.

El restaurante también sirve pescados que cambian según la disponibilidad en el mercado, así como salmón ahumado, almejas a la marinera y tartar de atún con fondo de aguacate. En el apartado de carnes de la carta están el carpaccio de solomillo con rúcula y parmesano y el steak tartar. Para terminar, los postres hechos en casa siguiendo recetas familiares incluyen tiramisú, tarta de queso templada y un volcán de chocolate con helado de vainilla.