El restaurante de Oviedo del que ha disfrutado Eduardo Mendoza antes de los Premios Princesa de Asturias

El nuevo Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025 ha comido en uno de los mejores restaurantes de Oviedo: El Fartuquín
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El escritor Eduardo Mendoza, que esta tarde recoge el Premio Princesa de Asturias de Las Letras 2025, lleva varios días en Asturias acudiendo a los diferentes actos que envuelven estos galardones. El catalán ha aprovechado su estancia en la capital asturiana para disfrutar de algunas de sus tradiciones, como su gastronomía, acudiendo a comer a un restaurante de Oviedo donde disfrutó de lo mejor de la cocina de la región.
Mendoza ha visitado en las últimas horas el restaurante sidrería El Fartuquín (calle Carpio 19 y calle Oscura 20, Oviedo). “Hoy hemos tenido el honor de recibir a Eduardo Mendoza, Premio Princesa de Asturias de las Letras. Gracias por elegir El Fartuquín Sidrería Restaurante para disfrutar de la cocina asturiana durante su visita a Oviedo. Un auténtico orgullo”, han escrito desde el local en sus redes sociales junto a una imagen del escritor.
La cocina de El Fartuquín corre a cargo de la guisandera Mary Fernández, que ha tenido el honor de dar de comer al ganador del Premio Planeta o del Cervantes, entre otros. Pese a ser un restaurante de cocina tradicional, lo cierto es que su cocina es apta para celiacos en absolutamente toda su carta, donde no hay rastro de gluten y todos ellos tienen el sabor de siempre.
Así es El Fartuquín
Si por algo se caracteriza su cocina es por utilizar siempre productos de máxima calidad que mayoritariamente provienen de Asturias y de Cantabria, apostando por la cercanía, algo que Mary lleva haciendo durante los más de 20 años que lleva trabajando entre fogones.
“No se cansa de decir que Asturias tiene la mejor materia prima de toda España y Europa; y tener unos ingredientes tan magníficos al alcance de si mano es una gran ventaja que no deja de aprovechar”, explican sobre la guisandera en la web del restaurante, que destaca también que el toque especial y final de cada plato es el cariño y el amor que le pone a cada una de las preparaciones.
Por su puesto, entre sus grandes especialidades no falta la fabada asturiana, las fabes con almejas, el pastel de cabracho, su increíble cachopo de jamón y queso o su entrecot al cabrales. Y como colofón, un buen arroz con leche, unos espectaculares frixuelos rellenos o el especial Fartuquín, o su tocino de cielo. Y todo ello, como no podía ser de otra manera, con una buena sidra acompañando la comida.
