La mejor fabada de noviembre: 6 restaurantes para foodies en Asturias

La fabada es uno de los platos más representativos de Asturias y noviembre es el mes perfecto para empezar a disfrutar de ella
Asturias con sabor a sidra: un plan gourmet entre pomaradas, llagares y mucha tradición
En Asturias los planes parecen infinitos, hay mil cosas por ver, lugares que descubrir. Ciudades y pueblos por los que pasear, rutas naturales que pueden recorrerse y que cada vez nos regalaran sensaciones nuevas, nuevos colores y olores. Es un lugar que puede descubrirse con todos los sentidos, por eso no podemos olvidar el del gusto. Asturias es bella, pero también es deliciosa.
Quienes la visitan en los meses de verano, seguramente esperan poder disfrutar de algunos días de playa y es bastante probable que lo consigan, siempre y cuando asuman que el agua del mar estará fresquita. Aceptado eso, la experiencia será excepcional. Sin embargo, las altas temperaturas hacen que sea más complicado poder cumplir otro sueño, solo los más atrevidos y valientes se atreverán a comer una típica fabada asturiana si hace mucho calor. Este ‘problema’ no existe si escogemos el mes de noviembre para disfrutar de este plato típico (o un local con un buen aire acondicionado).
La fabada, por si queda alguien que todavía no tiene claro qué es este manjar, es un guiso típico de la zona que se elabora con fabes y embutidos, como chorizo, morcilla y lacón. Es un plato que se toma con cuchara, bien caliente y que proporciona una gran cantidad de energía, aunque también invita a disfrutar de una buena siesta o un largo paseo tras tomarlo.
No es un plato ligero, pero eso no parece ser impedimento para disfrutar de él porque es delicioso. Eso sí, lo mejor es tener claro dónde ´tenemos que acudir si queremos disfrutar de su mejor versión.

La mejor fabada de noviembre: 6 restaurantes para foodies en Asturias
La materia prima es una de las claves de este guiso, la calidad de los productos que se emplean en su elaboración hace que el resultado merezca la pena, pero también la forma en la que se prepara, el cuidado que se pone. Una de las claves para una buena fabada es conocer el producto, saber cómo tratar las alubias que se emplean y también tener paciencia, pues es uno de esos guisos que preparado a fuego lento sabe mejor y en estos restaurantes para foodies lo tienen más que claro.
- Casa Benigna (Ponga). La comida casera siempre tiene una esencia especial, algo que la hace única y eso es algo que saben bien en Asturias y también en Casa Benigna. Situada en el Parque Natural de Ponga, el escenario es ideal para una buena fabada, que está más que recomendada, pero también para sus otras opciones, dale una oportunidad al cabrito, la carne de caza y, sobre todo, sus postres caseros.
- Pedro Martino (Oviedo). Desde un punto de vista actual y novedoso, Pedro Martino aprovecha la cultura gastronómica del lugar para crear sus platos uniendo tradición y modernidad. El resultado es una experiencia que dejará al visitante con ganas de regresar. Situado en Caces, el entorno ayuda a completar la experiencia, que puede ser a base de sus menús degustación o directamente su carta, donde la fabada se convierte en la estrella.
- Casa Gerardo (Prendes). Restaurante centenario en su historia, pero no en su propuesta porque ha sabido seguir manteniendo el interés del comensal y ofrece una experiencia única porque su carta es todo un viaje, desde las raíces de la cocina asturiana hasta las opciones menos tradicionales. Destaca, evidentemente, su Fabada de Prendes, pero el resto de su carta no tienen nada que envidiar.
- Cocina Cabal (Oviedo). “Dentro de nuestro sentir gastronómico priman la calidad de los productos, la tradición, la innovación y la excelencia”, reza la carta de presentación de este restaurante, que tiene más que claros sus principios. También están bastante seguros de la calidad de su fabada, que en 2022 fue reconocida como Mejor Fabada del Mundo, un título que no está nada mal y deja claro que, si no tienes muy claro qué escoger en su carta, con la fabada aciertas seguro.
- El Llar de Viri (Candamo). La calidad es la norma en este establecimiento, donde se cuida la materia prima, pero también el proceso al milímetro y todo hecho con amor, respetando las recetas tradicionales, pero añadiendo un toque vanguardista que les ayuda a que su propuesta merezca la pena. Su fabada, hecha con mimo, promete llevar el mejor compango, es decir, el chorizo, la morcilla, el tocino y el lacón, que reciben ese nombre porque se comían con pan.
- La Consistorial (Mieres). Su fabada es una de las mejores gracias a los años de experiencia, pero también a un truco familiar “que consiste en ‘amasar’ las fabas antes de cocinarlas para intensificar su color y sabor”. Un cariño que hace que su receta sea única, igual que el resto de la carta, que apuesta por la cocina tradicional asturiana.
Lugares donde poder comer la fabada tradicional o disfrutarla con un toque diferente, pero que no dejará a nadie indiferente.

