Gastronomía

Un pincho y una cerveza por 2,30 euros: así es la mejor calle de tapas en La Rioja

En La Rioja no solo se bebe bien, también se come de lujo. iStock
Compartir

Hay muchos motivos por los que viajar a La Rioja y, aunque en la mayoría de las ocasiones lo primero que nos viene a la cabeza son sus vinos, esto es solo una parte de todo lo que esta tierra tiene para ofrecer al visitante. Una parte importante, eso sí, no podemos olvidar que gracias a ellos es conocida y reconocida, pero solo una parte porque La Rioja es mucho más

Por ejemplo, en San Millán de la Cogolla se escribieron las Glosas Emilianenses, el primer testimonio escrito en castellano; también fue hogar de Gonzalo de Berceo, considerado el primer poeta en lengua castellana. También en La Rioja es posible visitar diferentes yacimientos fósiles que son prueba del paso de los dinosaurios por esta tierra, sus zonas verdes son otro de los aspectos que merece la pena visitar, como el Parque Natural Sierra de Cebollera

PUEDE INTERESARTE

Hay muchas maneras de descubrir La Rioja y ninguna es mejor que la anterior porque todas ayudan a conocer un poco mejor esta tierra, pero independientemente de lo que busques, tanto si es naturaleza como cultura o historia, llegará un momento en el que tengas que sentarte a descansar y llenar el estómago. En este aspecto, La Rioja tampoco decepciona porque su gastronomía también está a la altura de cualquiera con la que se quiera comparar. 

Eso sí, si lo que buscas es pasar un rato inolvidable, hay una calle que no te puedes saltar y que es imprescindible para todo aquel que pase por Logroño. La Laurel está pensada para acoger con los brazos abiertos al visitante, ese que en cualquier momento necesita reponer fuerzas y tomarse un pincho y una cerveza, sin importar demasiado si las temperaturas han bajado o si es el único momento del día en el que ha dejado de llover. No hay problema porque ninguna de estas cosas ha impedido jamás a los logroñeses hacer lo propio y acudir a esta zona

PUEDE INTERESARTE

Un pincho y una cerveza por 2,30 euros: así es la mejor calle de tapas en La Rioja 

La calle Laurel es una de las más conocidas de Logroño, por lo menos si hablamos de ocio y gastronomía, pues seguro que para quienes sus inquietudes les lleven por otros derroteros hay otros rincones de la ciudad que merecen un poco más su atención. Sin embargo, incluso ellos tendrán que reconocer que comer es algo imprescindible y, ¿por qué no hacerlo en un espacio pensado especialmente para pasar un buen rato en la mejor compañía?

La experiencia de disfrutar de una cerveza (aunque puedes acompañarlo de cualquier bebida) y un pincho es diferente en la calle Laurel y sus alrededores, una zona que con el tiempo ha pasado a conocerse con el nombre de La Laurel. Varias calles que, a pesar de ser cortas y ocupar un espacio no demasiado amplio, consiguen congregar más de 80 bares, restaurantes y locales que compiten por hacer feliz al visitante y lo hacen con unos precios bastante competitivos. 

En La Laurel puedes encontrar opciones muy baratas, desde unos 3 euros, a otras con precios más elevados, todo depende de lo que nos apetezca comer y del dinero que queramos invertir en probar los clásicos de cada lugar. Solo en la calle Laurel podemos encontrar algunos de los pinchos y tapas tradicionales que han logrado hacer que esta calle tenga la fama que todavía mantiene. Algunos de ellos están en la lista de imprescindibles que, obviamente, no te puedes perder. 

Esto es lo que sucede con el Bar Ángel y su champiñón a la plancha con salsa de la casa, todo un clásico y un buen lugar por donde empezar si sientes que las numerosas opciones te hacen dudar. El cordero es muy típico de La Rioja y la tapa de cordero asado con crujiente de patata del Atiborre es solo una pequeña muestra de ello. 

En El Muro es famoso el Cojonudo, elaborado con picadillo de chorizo con huevo de codorniz y pimiento, y la oreja picante de El Perchas también está entre las tapas más destacadas. Platos tradicionales, pero también otros un poco más novedosos, como la tosta de boquerón con alga wakame, tomate, sésamo y sal de vino de Casa Víctor.

Todo esto en la calle principal, pero si queremos seguir avanzando, en la Travesía Laurel nos espera Blanco y Negro, el bar más antiguo de la zona, y su clásico Matrimonio, con anchoas, boquerones y pimiento verde. Si pasas por el Bar Charly, apuesta por su morro frito, otro clásico y si tus pasos te llevan al Bar Cid, pide sus setas a la plancha cultivadas con salsa de la abuela. En la calle Albornoz, El Canalla te espera con su explosión de huevo envuelto en lámina de patata deshidratada, y en la Calle San Agustín, La Gota de Vino y su zorropito de beicon o lomo no te dejará indiferente. 

La mejor manera de aprovechar la hora del aperitivo o el final del día es acudir a La Laurel de tapas