El boom de las bodegas diseñadas por arquitectos 20 años después: ¿ha sido rentable la apuesta?

Marques de Riscal cuenta con uno de los diseños más reconocibles.
Marqués de Riscal cuenta con uno de los diseños más reconocibles.. Marqués de Riscal
  • Varias bodegas de renombre optaron por diseñar nuevas instalaciones de la mano de grandes figuras de la arquitectura

  • Algunas de ellas son verdaderos emblemas de sus denominaciones de origen

  • Son un importante foco de atracción de visitantes, pero ¿es todo tan bonito como aparenta?

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El mundo del vino y la arquitectura han estado ligados desde antiguo. Desde el mismo origen de la viticultura fue necesario un gran conocimiento arquitectónico para conservar el producto en las mejores condiciones posibles. Una vinculación que a finales del siglo pasado y comienzos de este se volvió más estrecha y glamurosa. El asunto trascendía a lo meramente útil, las bodegas buscaban diferenciarse de la competencia y tener un emblema que pusiera imagen a su labor. Así fue como algunos de los principales bodegueros españoles fueron a buscar a algunos de los grandes nombres de la arquitectura para que dieran forma a sus deseos.

Dos décadas después de aquel impulso puede decirse que el resultado ha sido desigual. Mientras que algunas bodegas gozan de una gran imagen gracias a sus distintivas instalaciones, otras no gozan del favor de la crítica. Aunque de una u otra forma todas ellas han sabido sacarle partido a sus inversiones, quizá las cuatro que se mencionan a continuación sean algunas de las más importantes.

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Marqués de Riscal: Frank Gehry

La bodega de Elciego, en Álava, es una de las que cuenta con un hito arquitectónico más reconocible. En 1998, de la mano de Frank Gehry, creador del Guggenheim, construyeron su icónico hotel que para muchos evoca al museo bilbaíno a causa de sus láminas de titanio. Este edificio vanguardista es un hotel que actúa como parte central de lo que Marqués de Riscal denominó como Ciudad del Vino.

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Bodegas Ysios: Santiago Calatrava

Sin salir de la denominación Rioja nos encontramos con otra obra de renombre como es la realizada por Santiago Calatrava para Bodegas Ysios. Inaugurada en 2001, sus formas contrastan con los viñedos que la rodean y los montes de la Sierra de Cantabria que la escoltan, creando una imagen que perdura en el recuerdo. Eso sí, no todo fueron cosas positivas para los bodegueros, que demandaron al arquitecto apenas una década después de haber estrenado el edificio por goteras y humedades. El eterno reguero de quejas que parece acompañar a la obra de Calatrava.

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Bodegas Portia: Norman Foster

Visible desde la A-1, en Gumiel de Izán, este edificio diseñado por Norman Foster para Bodegas Portia no sólo ha sido un hito arquitectónico para la empresa de la Ribera del Duero, sino que gracias a sus forma le ha dotado de un emblema, ese trébol tan característico, que lucen en todas sus botellas. Inaugurado en 2010, el edificio diseñado por el estudio del prestigioso arquitecto inglés está considerado un ejemplo de estética y practicidad.

Bodegas Protos: Richard Rogers

Una de las bodegas de referencia de la Denominación de Origen Ribera del Duero no podía quedarse atrás en este aspecto, por lo que contrató a Richard Pritzker para que se encargara de idear un edificio singular que pudiera lucir con orgullo la marca Protos. Así lo hizo en 2010, cuando se inauguró un edificio que, visto desde el aire parece un racimo de uvas, pero desde la calle emula la forma de las tejas. Conectado a través de un túnel con las antiguas bodegas de la empresa, es sin duda uno de los símbolos arquitectónicos de toda la Ribera.

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