Vinos 0,0: la tendencia para los que quieren brindar por la vida sin alcohol

La moda de consumir bebidas sin alcohol está cambiando la forma de beber de los españoles. Al menos, en buena parte de los consumidores. Tanto es así que una de las principales industrias nacionales, la del vino, no ha querido quedarse al margen, por lo que de un tiempo a esta parte se han comenzado a comercializar diferentes caldos sin alcohol con un volumen cada vez mayor. 

Detrás de la decisión de tomar bebidas sin alcohol existen, como es lógico, miles de razones. La prescripción médica, las creencias religiosas, el embarazo, tener que conducir o la mera salud son algunas de las razones que llevan a los consumidores a elegir opciones sin alcohol. Quizá esta última sea una de las principales.

Así lo cree Richi Arambarri, CEO de Vintae, una compañía de vinos que ofrece alternativas 0,0. “La búsqueda de un estilo de vida más saludable ha sido una de las tendencias más marcadas en los últimos años, especialmente tras la pandemia. Esto ha impulsado la demanda de vinos con menor graduación alcohólica y menos calorías, una tendencia que, aunque más consolidada en mercados como Estados Unidos y Reino Unido, está tomando fuerza también en España”, señala el empresario.

Si no tiene alcohol ¿es vino?

El incremento del consumo del vino sin alcohol en muchos lugares del continente hizo que la Unión Europea regulara la forma en la que estos se podían etiquetar en 2021. Hasta entonces sólo se definía como vino a la bebida resultante de la fermentación alcohólica de la uva con un contenido en alcohol superior o igual al 8,5%, pero hoy en día ya se pueden catalogar como tales cualquiera que siga dicho proceso de elaboración, aunque con independencia de su graduación.

De hecho, se deberán etiquetar como vinos desalcoholizados aquellos cuyo contenido alcohólico se sitúe entre los 0,5 y los 8 grados, mientras que con menos de 0,5 serán catalogados como 0,0. En cualquier caso, los vinos sin alcohol son vinos de pleno derecho aunque aún haya ciertas reticencias entre los consumidores más puristas.

Y es que, a pesar de que en España la cuota de mercado del vino sin alcohol aún es simbólica, la realidad es que su crecimiento está en alza. De hecho es una de las vías de negocio a explorar en el sector a la vista del Informe de la International Wine and Spirits Record (IWSR), donde se afirma que la mitad de los consumidores de vino ha moderado su consumo y un 20% ya opta por opciones sin alcohol o con bajo contenido. Si la tendencia hacia un ocio menos alcohólico ha llegado al jardín del Dios Baco la cosa va en serio.

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