La bronca estalló cuando los GH fregaban los platos, encadenados como están en la prueba semanal deben hacerlo todo juntos, pero la barcelonesa llevaba rumiando su ira desde mucho tiempo atrás en el confesionario. Y es que la pobre chica echa en falta otra fémina con la que hacer causa común cuando los hombres deciden repanchingarse a hablar de fútbol y echar la siesta después de comer, en lugar de recoger la cocina.
Puede que la reprimenda fuera para todos, pero Gema la tomó con su chico. "Tú por tu lado y yo por el mío" le espetó ante unos alucinados Carlos y Orlando, quien, por cierto, metió sin saberlo más cizaña en la pelea al dar un casto besito en el hombro de su compañera.
En 10 años de relación seguro que Gema y Carlos no se habían visto en una como esta. Impotente, el muchacho se desahogaba minutos después en el confesionario: "es muy duro no poder decirle nada... fingir que no la conozco de nada".
Después de la tempestad...
A falta de algo mejor, el matrimonio selló su reconciliación con un abrazo que, cómo no, también compartieron con el resto de 'encadenados'.
Ya libres de los grilletes, Gema y Carlos se dedicaban todo tipo de arrumacos aprovechando cualquier momento de soledad: el cuarto de baño, el dormitorio, el jardín... cualquier rincón alejado de miradas curiosas es bueno para dar rienda suelta a su amor.