Indhira: "Arturo, por la forma de mirarme parece que siente una cosa y dice otra"

TELECINCO.ES 09/11/2009 00:31

Del ataúd, la pareja de Guadalix ahora se manifiesta en la ducha. Es la ley que ha impuesto Arturo: no más calentones. Él vasco, cada vez que se le acerca Indhira, se la lleva a la ducha donde no alcanzan las cámaras y se desfoga allí. Indhira ha encontrado que por la noche, si no accede a pasar antes por la ducha, ya no la deja ni dormir a su lado y la aparta.

Otro problema es que Arturo ha exigido a la malagueña que pida preservativos. No quiere otra cosa. De esta manera, han llegado unas escenas escalofriantes de la relación de ambos en la que el vasco, tras sacar su botella de calimocho del armario, se aproximaba a una Indhira vestida de cuero y, asiéndola por la ingle, le espetaba: Vámonos a un concierto heavy.

Pero en Indhira sólo se ríe su máscara. Por dentro la persona está sufriendo. Sólo hay que ver las declaraciones que hace en el confesionario a las que hay que sumarles la desazón que le produce el no tener sus cremas. A cada oportunidad que tiene va al cofesionario a expresar las dudas que tiene en su relación con Arturo:

Qué tonta soy

"Estamos muy bien ahora pero tengo un problema, que me gusta más de lo que debería, no le veo fin. Y no vamos a ningún lado y yo sé que no hay nada que hacer, pero me gusta. Después de todo lo que he pasado con él y todo me jode ser tan tonta, voy a peor. Antes me reía con él, estoy como una niña de 15 años, me pongo nerviosa, me da fatiga hablar con él a ver qué pensará. Me siento que a ver qué coño está pasando y me jode. A veces necesito un abrazo, estar a su lado, lo necesito, y es chungo que te pase eso aquí dentro, él dice a los 4 vientos que está muy quemado sin las relaciones que ha tenido antes.

Yo no veo que esto pueda llegar a ningún sitio fuera. Y aquí dentro veo que me gusta y no llegamos a ningún lado. Siento que estoy haciendo el tonto con Arturo. Se me nota. Y sé que no es recíproco. Estoy al lado, soy con la que se lía de vez en cuando y punto, me estoy haciendo daño yo sola. A veces estamos tumbaditos y por la forma de mirarme parece que siente una cosa y dice otra. Pero igual son impresiones mías. O es lo que a mí me gustaría. Al final voy a acabar liándome otra vez, aunque proponga no liarme con el voy a acabar porque no se hacer otra cosa. Qué tonta que soy".