Javier Tudela alucinaba, no daba crédito, después de escuchar las críticas que vertía sobre él el que pensaba que era su amigo, Alejandro. “Mira, me da igual, me lo ha hecho pasar muy bien ahí dentro”, aseguraba quitándole importancia. “Ya tendré una conversación con él pero me ha dolido lo que he visto”, aseguraba poco después de defenderse de las acusaciones de vago.