Colapso en los hospitales: pacientes hacinados en urgencias ante el aumento de la gripe

Pacientes con distintas enfermedades, con distintos niveles de gravedad, comparten un mismo pasillo. Sin intimidad, sin tranquilidad, sufren y padecen a la vista de todos.

“Hay gente sacando sangre por la boca, literalmente, al lado de mi marido. En un pasillo de cinco metros hay cuatro personas”, explica una mujer cuyo marido es uno de los 80 pacientes que se acumulan en la zona de paso en las urgencias del Vall d'Hebron, en Barcelona. Algunos, desde hace ya cinco días.

“Está todo lleno. Las enfermeras, las pobres… no dan más”. “Falta personal”, denuncian los ciudadanos.

Los profesionales están sometidos a una presión insoportable, sin espacio ni tiempo para atender a los enfermos. Una saturación que no es puntual y que se cronifica por la falta de recursos cuando aún no ha comenzado la epidemia de gripe en Cataluña; una situación que también se ha repetido en el Hospital Universitario de A Coruña. “Todos los pasillos llenos”. “Amontonados en las camillas”, relatan quienes han acudido al centro. Hasta 40 pacientes se han hacinado en el pasillo de urgencias.