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Toda Villa Paraíso saben que saltan chispas entre Rosario y Suso, pero parece que a algunos de sus compañeros no les hace ninguna gracia ese acercamiento. Después de que sonase la luz de la tentación, la de Elche estaba muy afectada y el soltero intentaba apoyarla. Mientras, Sergio hacía tonterías por detrás de Suso y llamaba la atención de la novia de Álvaro. Molesto, el soltero se levantó y llamó a su compañero “personaje”, para después marcharse muy enfadado.
Sergio, Alberto y Álvaro se acercaron a Rosario para contarle los trapos sucios de Suso. Aseguraron que el soltero va diciendo por la villa que ya lo tiene todo hecho con ella, que por la noche se dieron besos en la comisura de los labios y que incluso la llamó “tonta”. La novia de Álvaro se quedó muy descolocada y se puso a llorar.
Suso se acercó a ella para interesarse, pero ella se negó a hablar con él: se sentía engañada. “Me cuesta un montón abrirme con una persona, pensaba que me sentía cómoda en serio y me he enterado de cosas que no me hacen gracia”, confesó.
Suso estuvo llorando por su bronca con Rosario e intentó arreglar las cosas con ella. La explicó que tiene mucha tensión con Alberto, Álvaro y Sergio y que están tratando de entrometerse en su relación: “Esos tres buitres intentan ligarte”.
Ya a solas, Suso le reveló a Rosario entre lágrimas lo que de verdad pensaba sobre ella: “Contigo soy cien por cien natural porque me gustas de verdad. O confías en mí o no hay nada que hacer. A ti más que a nadie te lo he demostrado. Vine con unas ideas y llegó Rosarito”.
Rosario también se derrumbó y reconoció ser una persona “súper insegura e influenciable”. Luego decidió que creía a Suso y no los chismorreos que le habían contado.
Durante una de las comidas, Suso decidió hacer frente a los cotilleos de sus compañeros y atajar el problema de frente. “Me afectó un huevo que sus formas de ligar sean echar mierda sobre mí. Sé hombre y conquístala como tu quieras”, les dijo.
Álvaro le respondió que quien a él le importa es Rosario, que es su amiga. “Aquí hay personas que tanto físicamente como intelectualmente pueden aportarle algo más que tú”, le espetó a Suso. Sergio apoyó a su compañero: “Sabemos las tonterías que has dicho por la boca continuamente, eres un fantasma de otro nivel”.
Rosario decidió intervenir en la discusión para defender a Suso: “Me j*** haber dudado de él porque pienso que no me está engañando. Creo que están despechados porque se han quedado sin cita”.
Rosario y Suso bailaron muy pegados durante la fiesta de la purpurina y luego se apartaron del grupo para seguir intimando. Los dos se sinceraron sobre sus sentimientos y Rosario decidió lanzarse…