Lo primero que ocurre es una sensación de miedo que aumenta por milésimas de segundos, las pulsaciones se aceleran y estalla a lo grande el instinto de supervivencia. El más temido de los carnívoros se presenta ante ti y escapar, pese a que parezca imposible, es una realidad.
La primera opción que ronda en nuestra cabeza, al ver a un gran depredador, es salir corriendo, lo más rápido posible, hasta dejar atrás a semejante peligro. Sin embargo, esta decisión, por muy 'runner' que seas, puede hacerte ser el aperitivo del dinosaurio antes de lo esperado. Según los científicos de la Universidad de Manchester, un Tiranosaurio Rex podía alcanzar aproximadamente una velocidad máxima de unos 29 km/h y, para que os hagáis una idea, ni el hombre más rápido del mundo podría escapar en una carrera de larga distancia contra tal ser vivo.
Usain Bolt ha conseguido alcanzar los 44,16 km/h en 100 metros, pero luego sería una presa fácil para el carnívoro. El humano corriente promedia una velocidad de 20-24 km/hora en esa misma distancia; por lo cual, retar a un Tiranosaurio Rex a una 'carrerita', aunque le saquemos cierta ventaja, no es una buena idea.
Lo que nos da una ligera ventaja es nuestro pequeño tamaño y agilidad para hacerle mucho más complicada la persecución. La envergadura y el gran peso del Tiranosaurio Rex le hacen ser mucho más limitado de movimientos, un punto a favor para nosotros que podemos aprovechar de una manera muy concreta: accediendo a sitios estrechos. Correr a través de los árboles, por ajustadas zonas montañosas o introducirse en sitios en los que cada paso sea un auténtico suplicio para el dinosaurio.
Si echamos a correr, hay que aprovechar nuestros movimientos y hacerlo con el método del 'zig-zag'. Una forma de engañarlo levemente e ir cansándolo poco a poco. Además, siempre debemos dirigirnos a aquellas zonas en las que nos podamos refugiar o esconder, como una cueva en la que el animal de grandes dimensiones no pueda acceder.
Aunque claro, hay que tener en cuenta que un Tiranosaurio Rex puede percibirnos por el olor, las vibraciones y, además, posee una extraordinaria visión. Aquí entra en juego nuestra inteligencia, debemos concentrarnos para salir airosos, si decidimos escondernos, tenemos que estar totalmente inmóviles y empaparnos o untarnos en cualquier tipo de producto que pueda cambiar nuestro olor. Un método fundamental para engañar el olfato del carnívoro. Por ejemplo, en la película 'Jurassic World', el protagonista se embadurna en gasolina debajo de un coche para despistar a la fiera.
Otra opción, al ser más ágiles, es acceder a cualquier tipo de medio acuático que tenga profundidad. Los Tiranosaurios Rex no destacaron por ser nadadores y ahí es donde nosotros podríamos estar salvados sin temer a un posible ataque del dinosaurio. Al igual que escalar, los débiles brazos del dinosaurio no le permiten subir o trepar como lo puede hacer un ser humano; eso sí, hay que ser muy rápidos porque estas bestias solían medir entre 4,6 y 6,1 metros y ahí ellos sí que tienen ventaja.
Pero bueno, que todo el mundo esté tranquilo. Ni los Tiranosaurios Rex existen ni vamos a tener que huir de ellos. Eso sí, al ver la película de 'Jurassic World' soñarás con que el gran carnívoro te persigue dándote caza y ahí, en tu imaginación, estos consejos te vendrán de maravilla.