¡Ya tenemos a los ganadores de cinco smartphones LG Optimus!

telecinco.es 20/06/2012 15:30

fernandovera

No sé si llamarlo acto de valor, es quizás lo más arriesgado en mi vida pero muy gratificante para mí. Doné un riñón a mi hermano para que no tuviese que pasar a diario por el hospital y tuviese buena calidad de vida con ausencia de medicación.

tanuki1977

Sucedió hace ya algunos años. Soy enfermera y estaba trabajando en el turno de noche de una clínica privada de mi ciudad. Eran las tres de la madrugada cuando la familiar de un paciente acudió a nosotras (mi compañera auxiliar y yo) para decirnos que en la oscuridad de la habitación había visto como un hombre, con una bata blanca le estaba robando sus pertenencias. Cabe destacar que la Clínica no tenía servicio de vigilancia de seguridad. Yo, ni corta ni perezosa, acudí al solitario pasillo del hospital y justo delante de mí salió el individuo de otra habitación vestido con la bata blanca. Al verle le increpé, el echó a correr escalera abajo y a mi no se me ocurrió otra cosa que correr detrás de él hasta que lo agarré de una manga de la bata y así bajamos tres pisos hasta llegar a la puerta donde el compañero de la recepción, al escuchar mis gritos, cerró la puerta y dio aviso a la policía. Él individuo resultó ser un toxicómano al que le habían concedido el tercer grado. Al cabo de 3 o 4 días hubo un juicio rápido al que tuve que acudir como testigo junto con las victimas de sus robos. El reconoció los hechos y devolvió las pertenencias y el dinero sustraído. Creo que fue una locura por mi parte lanzarme a por un hombre del que no sabía si llevaba armas o no... aunque luego resultara ser un pobre hombre.

sinkins

Estar durante más de 15 minutos agarrando la mano de una muchacha, que sufre un accidente de tráfico, con una motocicleta en la M-30, hablarla y tratar de que se sintiese acompañada, esperando la aparición de la SAMUR de turno, notar como ese cuerpo que convulsionaba, aflojaba la presión sobre mi mano, y seguir hablando a un cuerpo joven que se me escapó definitivamente sin poder hacer nada y tener que morderme la rabia cuando por fin hizo acto de presencia la maldita ambulancia, que no podrían haber hecho nada seguramente aunque hubiesen tardado un minuto, pero esos minutos no se los deseo a nadie.

rologo

A diario me enfrento con un pequeño batallón de guerrilleros, armados con plastilina, lápices y la peor arma de todas: los rotuladores. Cada mañana entro con valor a la clase, agudizando todos los sentidos, para así tener controlados a todos esos soldaditos con mochila. Son niños de 5 años que llevan a cabo todas las misiones que se les cruzan por la cabeza. Siempre tengo que tener tácticas para tenerlos entretenidos y a la vez enseñarles cosas nuevas. Y aunque hay que tener valor para enfrentarte a ellos día a día, y aunque ya me han alcanzado varias veces y me han pintado con rotulador, ha que decir que son mi alegría.

laho

Salir de fiesta un día y decidir irte a casa sin saber que te depara el destino cuando vas de camino. Eso es lo que justo me pasó: de camino a casa, vi a lo lejos a un chico tirado en el suelo, delante de mi iban dos personas, quienes pasaron por encima de ese chico sin ni siquiera molestarse en ver si estaba bien o no. Cuando llegué a su altura, mi conciencia no me permitía irme a casa como si nada, por lo que me agaché y vi que el chico tenia un golpe en la cabeza. En principio pensé en llamar a los servicios de emergencia pero decide ver en primer lugar si respiraba o no, el chico respiraba por lo tanto comencé a llamarlo y a despertarlo, había perdido el conocimiento pero poco a poco conseguí despertarlo. Cuando se despertó le empecé a preguntar como se llamaba, donde vivía, para ver si realmente se acordaba. En principio no recordaba su nombre ni donde vivía. Le senté y poco a poco fue recordando. Resultó que el chico vivía en mi mismo portal, por lo que decidí llevarlo a su casa y le puse hielo en la herida de la frente. Al día siguiente me lo encontré en el portal y estaba bien.