Yo también he sido gótica y gorda (y adolescente)

SILVIA GRIJALBA * 25/09/2009 12:48

Sí han leído bien, "no disfrazarse"; para ellas, ponerse un vestido verde, un bolso, recogerse el pelo y subirse a unos tacones hubiera sido como ir a un carnaval, un atuendo que no tiene nada que ver con su forma de ser ni de pensar. Que alguien haga eso demuestra que tiene una personalidad digna de elogio, algo importante dentro del "aborregamiento" general. Y el hecho de que sus padres no las obliguen a cambiar de atuendo para ir a ver a Obama, pues también me parece un dato a favor de los Zapatero (otro asunto el de pedir que se ahora retiren la foto, cuando posaron para el retrato oficial, eso es absurdo).

Pero esta imagen va más allá de todo esto. Lo… iba a decir increíble, pero no, es lo lógico teniendo en cuenta cómo piensa la mayoría de la población, es que los foros de Internet estén llenos de bromas acerca de no sólo la indumentaria de Laura y Alba sino también de su gordura. Sí, son gordas, vale, ¿y qué? Yo, que fui gorda durante toda mi adolescencia y parte de mi primera juventud y además fui gótica, sé lo cansino que es estar respondiendo a cuestiones trascendentales para la humanidad como "¿se te ha muerto el canario?" o "¿vienes de un velatorio?" y también soy consciente de lo complicado que es ser gordo en la pubertad. A ver, es lógico, todo lo diferente marca, llama la atención. Pero, sinceramente, no he visto nunca que nadie se mofe de una chica que pese 45 kilos. Parece que con los gordos hay inmunidad para lanzar insultos, compararlos con los orcos, con ballenas, con focas… decir que parece que la crisis no afecta a su casa porque deben tener la nevera vacía o que mejor no meterse con ellas porque como te den una patada te matan. ¿Por qué nadie elogia que tienen un par de ovarios para ir así vestidas? Ese gesto dice mucho sobre esas palabras que tanto pronuncian los políticos y que ya se han quedado sin sentido: libertad, inciativa, responsabilidad…

Respecto al protocolo, permitan que diga que me parece que esos vestidos son mucho más elegantes que los repollos con lazo a los que nos tenían acostumbrados las hijas de Bush o la misma Chelsea Clinton. ¿Qué es la elegancia?¿un traje de chaqueta? ¿unos tacones de 13 centímetros? ¿el rosa por encima del negro?

Desde aquí lanzo una consigna y que se apunte el que quiera ¡todos somos las hijas de Zapatero!

* Silvia Grijalba es escritora y periodista. Escribe en el diario El Mundo y actualmente colabora en el programa Dragolandia de Telemadrid.