Seat: pasión por la competición

La pasión por la competición siempre ha estado en el ADN de la marca SEAT. Estos días se cumplen 20 años desde que naciera una gama que hoy en día es reconocida por su alto grado de deportividad y tecnología.

Todo empezó con el triunfo del Seat Ibiza Kit Car en la categoría de dos litros del mundial de Rallyes. Desde entonces, el concepto Cupra ha triunfado en España y en toda Europa.

Hace unos días nos trasladamos a Mora d`Ebre para poder probar algunos de los modelos más importantes de esta saga. Y lo hicimos con Jordi Gené, piloto de la marca que conoce perfectamente toda la historia de los Cupra.

Su palmarés lo dice todo y ha estado con la marca española en los momentos más importantes en lo que se refiere a competición.

Con él iniciamos un viaje a través de la historia de SEAT. Y empezamos por el origen, por un Seat Ibiza Cupra que vio la luz en 1996 y que se convirtió en el objeto de deseo de muchos aficionados al mundo del motor.

Este Ibiza fue el primero en llevar las letras Cupra en su carrocería que era un claro elemento diferenciador. No en vano este vehículo alcanzaba una velocidad máxima de 216 km/h y aceleraba de 0 a 100 en 8,3 segundos.

Puede que ahora estas cifras no asusten pero lo cierto es que en aquella época se trataba de un auténtico pepino.

El equipo SEAT sport compitió en ocho pruebas y, después de conseguir una victoria y seis podios, se proclamó campeón de la categoría de 2 litros. Fue el primer título mundial para una marca española, un hito en la historia del automovilismo nacional.

Este hecho animó al fabricante español a desarrollar la marca y a englobar en el nombre de Cupra sus variantes más radicales. Así se vivió el origen de toda una leyenda que este año cumple 20 años.

Más tarde volveremos a dar un salto en el tiempo y os mostraremos la siguiente generación del Ibiza y el nacimiento del león y analizaremos todos los éxitos que obtuvo.