La automoción apuesta por la tecnología

  • La electrificación y la hibridación, el coche autónomo y el coche conectado y la tecnología Eye-Tracking, los grandes protagonistas del 2020.

La tecnología está jugando un papel muy importante en la sociedad actual. Su influencia sigue arrasando allá por donde pasa y así lo está haciendo en el sector de la movilidad y la automoción. De hecho, la consultora americana Gartner señala que en la actualidad el 76% de las empresas de automoción están invirtiendo en tecnologías para mejorar en aspectos como la digitalización o la conectividad.

En este análisis realizado por la consultora se vislumbra sobre aquellas novedades que impactarán de lleno en el sector en este 2020. En concreto, se habla de cuatro tecnologías que tendrán una gran influencia: la electrificación y la hibridación, el coche autónomo y el coche conectado y la tecnología Eye-Tracking.

Esta última hace referencia al reconocimiento facial y la identificación ocular. Es un gran foco de las inversiones realizadas desde los departamentos de innovación. Los sistemas de monitorización del conductor permitirán obtener información sobre la atención del conductor, el estado de alerta o su concentración al volante.

En referencia a la primera, la electrificación e hibridación del parque automovilístico, se señala que vendrá determinada por las normativas referentes a las emisiones de los vehículos. En el 2020, las marcas tienen que vender vehículos que no superen una emisión media de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. Esta situación y la incipiente preocupación de la sociedad por el medioambiente hará que los vehículos de cero emisiones tengan una mayor relevancia en el panorama de la movilidad.

Las dos últimas tecnologías hacen referencia al coche conectado y al vehículo autónomo. En cuanto al grado de conectividad del vehículo, se estima que para 2030 aproximadamente un 70% de los coches que circulen en Europa estarán conectados. Para la misma fecha, el Parlamento Europeo prevé que se llegue al nivel 5 de la conducción autónoma. Esta será la automatización plena, en la que entran en juego vehículos sin volante ni pedales.