La venganza de unas prostitutas contra los clientes que las estafaron: les redujeron y persiguieron hasta que fueron detenidos
Tres hombres fueron detenidos en Madrid por pagar con dólares falsos a varias prostitutas
Las prostitutas se dieron cuenta y se vengaron cuando los clientes volvieron
Una patrulla de la policía se dio cuenta de lo sucedido y pudo proceder a su detención
Tres hombres fueron detenidos el pasado 5 de abril tras intentar estafar a unas prostitutas con billetes falsos. Los tres hombres de nacionalidad peruana acudieron al edificio conocido como 'Babilonia del sexo', donde contrataron un servicio de compañía con tres mujeres. Tras marcharse, se dieron cuenta de que les habían pagado con billetes falsos y no dudaron en atraparlos cuando los clientes regresaron.
'El Programa de Ana Rosa' ha recorrido el mismo itinerario que hicieron los tres jóvenes de Perú el 31 de marzo, cuando intentaron estafar por primera vez a las tres prostitutas. Los proxenetas fueron a cambiar los dólares con los que los tres jóvenes habían pagado por euros y descubrieron que eran falsos. Cinco días después, los hombres volvieron al edificio y, al ser reconocidos por las mujeres, éstas comenzaron a increparles y salieron corriendo tras ellos.
Uno de los presuntos estafadores fue reducido por las prostitutas en el local y el segundo hombre salió corriendo por la calle. 'El programa de Ana Rosa' ha podido hablar con una de las prostitutas que se encontraba en el edificio y comentaba que no pueden dar detalles: "Si, pero nada cariño. No podemos dar detalle".
Finalmente, ante lo sucedido, una patrulla de policía se percató y detuvieron al varón de 33 años por falsificación de moneda.
El interior de la 'Babilonia del sexo'
Paco Sánchez, periodista del programa, nos contaba cómo es él edificio por dentro: "Al entrar, se encuentran las primeras prostitutas. Se reparten por nacionalidades y y habitaciones. El lugar es un edificio de hasta cuatro plantas, donde algunas prostitutas viven allí y otras solo van un par de horas".
Seguía relatando que en el primer piso las mujeres esperan a los clientes en viviendas sucias y malolientes, a medida que se asciende a los pisos superiores se encuentran un burdel más y en el último piso el mal olor y la suciedad son insoportables.
"Se alquila la vivienda, la persona que la alquila dice que es para un piso turístico o para un particular y realmente es para la prostitución", apuntaba Paco Sánchez, que añadía que las mujeres están vigiladas todo el día: "Se ve la vigilancia desde las terrazas, las mesas de fuera, las ventanas. Es lo que les ocurrió a estos chicos de origen peruano, creían que no les habían pillado, se fueron, regresaron a los pocos días y vieron que eran falsos".