Ruta por el barrio viejo de Girona

INFORMATIVOS TELECINCO 05/09/2009 00:00

Subimos por la calle Ciutadans hasta la calle de la Força. Este laberinto de callejuelas se conoce como el Call Jueu. Aquí se encontraba hace nueve siglos, la Aljama, la organización que establecía el orden dentro de la comunidad judía, que llegó a ser muy influyente en la ciudad. Una buena manera de conocer su legado es visitar el centro Bonastruch Ça Porta. Cuesta 2 euros por persona.

Cerca encontraremos la calle de la Subida de la Catedral. A través de la escalinata más grande de la época barroca accedemos a la Catedral de Santa María, una suma de estilos arquitectónicos, desde el románico del claustro hasta los retablos barrocos. Fíjense en la única nave, con 50 metros de longitud es la más ancha de la arquitectura gótica mundial.

Aquí mismo podemos hacer una parada para reponer fuerzas. En el Cafè de l'Arc tienen una terraza donde, mientras contemplamos la fachada de la catedral, nos podemos comer un bocadillo de embutidos de la tierra. Esto y un refresco nos costará alrededor de 6 euros.

A pocos pasos de aquí nos encontramos con los Baños Árabes. En el siglo XII, el noble Arnau de Llers obtuvo el permiso para construir estos baños como recompensa por su ayuda en la conquista de Lleida. En los años 30 se restauraron haciendo de ellos uno de los monumentos más destacados de la ciudad.

Continuamos el recorrido por otra postal de Girona: la imagen de la Iglesia de Sant Feliu sobre el río no nos dejará indiferentes. Dentro encontraremos la capilla de Sant Narcís, patrón de la ciudad. El altar está hecho con mármol de Girona y un sepulcro de plata guarda las reliquias del santo.

Antes de pensar en la vuelta a casa, hay que pasarse por la calle Calderers. Encontraremos la estatua de una leona sobre una columna. La leyenda dice que si queremos volver a Girona algún día tenemos que darle un beso ¡en el culo! Hasta ahora miles de turistas lo han hecho así, pero el Ayuntamiento ha decidido quitar la escalera de acceso como medida preventiva de la gripe A.

Quizás entonces podemos despedir la ciudad con un recorrido por el camino de ronda de las viejas murallas. Uno de los miradores más privilegiados de Girona.