Notas anónimas con poemas en los coches de Granada: la sorpresa de una poetisa por San Valentín

‘La ternura es la única arma para acabar con la guerra’, ‘Ojalá el mundo estuviera hecho de tus abrazos’, ‘La imaginación es ese beso que te hace cosquillas’ o ‘Nunca es hora de renunciar a las nubes que te hacen perder la cabeza’. Son algunas de las frases que los granadinos se están encontrando escritas en notas secretamente colocadas en sus vehículos aparcados por los distintos puntos de la ciudad y que ahora guardan en sus bolsillos.

Unos versos que una misteriosa joven poetisa está repartiendo de forma anónima y que ha extraído de su primer poemario, ‘Los girasoles ya no tienen ganas de verte’, y del nuevo libro que la escritora tiene previsto lanzar en primavera.

Noelia se propuso hace unas semanas como reto que Granada se llenara de versos por el Día de los Enamorados. En total, 2.250 tarjetas que la poeta granadina ha ido colocando en coches y motos estacionados en la calle o que también ha entregado en mano a los vecinos de los diferentes distritos de la ciudad. Pero también ha hecho llegar sus poemas a varios municipios como Huétor, Monachil y Armilla.

Esta joven escritora confiesa en una entrevista a NIUS que es "más consciente de la importancia de compartir" desde que empezó a publicar sus textos y sus vídeos recitando en su cuenta de Instagram. “Nuestros actos dejan una huella en los demás que muchas veces no creemos, y es tan sencillo alegrar a alguien, darle ese aliento que necesita en un momento preciso, o acompañarle cuando se siente identificado y que sepa que no está solo”, afirma.

Y ha elegido el Día de San Valentín para repartir sus poemas “con la idea de devolverle el sentido a esta fecha, que ha terminado siendo un tanto materialista”, considera Noelia. En su cuenta de Instagram ha compartido también las reacciones de algunas de las personas que se han encontrado con sus notas anónimas. Muchos de ellos, se sorprenden al ver en sus coches una extraña tarjeta que, en un primer momento, observan con cierto recelo al pensar que se trataba de una multa. Pero rápidamente pasan del susto a la sonrisa cuando descubren de lo que se trata.

“Con esta iniciativa solo he querido sacarle una sonrisa a aquel que se ha encontrado con la nota, y no con la multa”, comenta la autora, que dice haber conseguido su objetivo porque muchas parejas se dieron un beso después de descubrir y leer sus poemas. “La poesía nos mueve por dentro, y si logra conectar con el lector, tiene el gran poder de conmovernos”, añade Noelia, que ha prometido seguir con acciones de poesía callejera con las que continuar impresionar a los granadinos.