La mina de Aznalcóllar resurge con más de 2.000 puestos de trabajo en el pueblo de Sevilla con más paro
Reabrirá la mina de Aznalcóllar después de 27 años, generando más de dos mil puestos de trabajo en el pueblo de Sevilla con más paro
Tras el desastre del 98, las organizaciones ecologistas ven este plan como "irresponsable" y "temerario"
La mina de Aznalcóllar resurge con una inversión de 450 millones de euros y más de 2.000 puestos de trabajo en el pueblo de Sevilla con más paro. Lleva 27 años cerrada, pero muy pronto volverá a la actividad en esta localidad sevillana. En cuestión de semanas dará comienzo esa fase de preparación de construcción y para el pueblo supondrá trabajo, trabajo que se va a llevar de forma sostenible.
El consejero de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela, visitó el pueblo el pasado viernes para comunicar oficialmente al alcalde, Juan José Fernández, que su departamento ha autorizado el nuevo proyecto de explotación y el plan de restauración de la mina de Los Frailes a manos de la alianza empresarial promovida por Grupo México y la andaluza Minorbis; de cara a la reapertura de esta corta minera cerrada desde 2002.
Esta autorización, según la Consejería, supone "el último trámite de la Administración Autonómica para dar vía libre al inicio de los trabajos de construcción de una nueva mina". Se calcula que a unos 500 m de la superficie hay 52 millones de toneladas de zinc, de cobre y de plomo. Buenas noticias para el pueblo sin olvidar el desastre del 98, cuando se rompió la Balsa Minera produciendo el vertido de lodos tóxicos en el Parque Nacional de Doñana.
La reportera de informativos Telecinco, Tatiana Domínguez. ha podido hablar con el alcalde de Aznalcóllar: "La mina de Aznalcóllar empieza a escribir historias otra vez, en nuestros pies tenemos la riqueza que no tiene nadie en el mundo"
Duras críticas desde los sectores ecologistas
Sin embargo, no a todos les agrada esta decisión de reapertura, desde Ecologistas en Acción se ha criticado que la Junta de Andalucía, gobernada por el popular Juanma Moreno, haya autorizado el nuevo proyecto de explotación y restauración de la mina de Los Frailes, a manos de la alianza empresarial promovida por Grupo México y la andaluza Minorbis.
El colectivo ha tachado esta decisión de "irresponsable, temeraria y contraria al interés general de la ciudadanía andaluza"; avisando de que el consejero de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela, "no se ajusta a la realidad cuando asegura que el proyecto de reapertura no dispondrá de ninguna balsa de residuos".
Ecologistas en Acción alerta además que con ello, la alianza empresarial promovida por Grupo México y la andaluza Minorbis, que explotará la mina mediante su sociedad instrumental Minera Los Frailes, "no tendrá la obligación de elaborar y ejecutar un Plan de Emergencia Exterior ante posibles accidentes, roturas o fugas de lodos contaminados, ni tendrá obligación de implantar ninguna de las medidas de seguridad establecidas en la legislación minera para las instalaciones de residuos mineros de categoría A".
La reapertura cuenta con una autorización ambiental
El consejero Paradela, de su lado, defendía este mismo viernes que este proyecto cuenta con una autorización ambiental unificada (AAU) y supone una inversión cercana a los 500 millones de euros y la previsión de generar en torno al millar de empleos directos, indirectos e inducidos durante la fase de construcción y unos 2.000 durante la fase de operación; destacando que será "una mina subterránea y no a cielo abierto" y que el aprovechamiento de la vieja corta parte de una "práctica reconocida como mejor técnica disponible por la Unión Europea".
Y mientras Paradela asegura que el proyecto "viene a aportar una solución para depurar el agua que se encuentra almacenada en las cortas de la antigua explotación minera y que se realizará aplicando las mejores tecnologías disponibles"; reseñando que "más del 80 por ciento del agua que se utilice para el tratamiento del mineral se va a recircular en el propio proceso"; los ecologistas alertan del "envenenamiento del Bajo Guadalquivir de manera permanente, y probablemente irreversible".