Tribunales

La Audiencia de Sevilla avala el archivo del caso de Mamouth Bakhoum, el mantero que falleció en Sevilla, y respalda la actuación policial

Protesta en Sevilla por la muerte de Mamouth Bakhoum, vendedor ambulante
La comunidad senegalesa en Sevilla pidió justicia por la muerte de Mamouth Bakhoum - Archivo. Europa Press
  • La Audiencia de Sevilla atribuye la muerte de Mamouth Bakhoum a su "comportamiento" y defiende a los agentes

  • El tribunal señala que el desencadenante de "la caída al río" del vendedor ambulante "no está en la actuación" policial

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SevillaLa causa judicial del mantero ahogado en el río Guadalquivir en Sevilla en diciembre del 2024 cuando huía de la Policía Local ha sido archivada definitivamente. Según señala la Audiencia, el hombre murió por su propia "conducta".

Ha desestimado el recurso de apelación presentado por la familia de Mamouth Bakhoum, vendedor ambulante de 43 años. Su fallecimiento desencadenó protestas de compañeros y también en febrero de este 2025 que se reabriera la investigación.

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Sin embargo, el tribunal emitió un auto el 15 de julio en el que comparte los mismos "argumentos" que ya había dado el juzgado que instruyó el caso inicialmente al no apreciar "perpetración del delito".

Tras "el informe de la autopsia" y las "diligencias" practicadas, esa instancia ya dio por sobreseía la causa. Pero, desde la Federación de Asociaciones Senegalesas de Sevilla expusieron que "pudieron ser investigadas las actuaciones de bomberos y servicios de emergencias".

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En un comunicado, comentaban que los sanitarios "fueron requeridos en el lugar de los hechos en torno a 50 minutos después de que Mamouth cayera en el río" aquel 29 de diciembre, a las 16:29 horas.

Según narra el juzgado y la Audiencia en su escrito, tras dispersarse de la Avenida de la Constitución varias personas que ejercían la venta ambulante ilegal de productos presuntamente falsificados, al percatarse de la presencia policial, cuatro agentes de la Policía Local observaron al mantero "con dos hatillos andando por el muelle de las Delicias".

No aceptó la mano de los agentes y cayó al río

"Le siguieron para interceptarlo", mientras otros dos efectivos accedían a la zona en coche patrulla. El hombre "se aproximó poco a poco a la zapata del río y sin atender las advertencias de los agentes de que se tranquilizara y tuviera cuidado con sus movimientos, se agarró al noray de amarre, sin desprenderse de los hatillos".

Luego, "se deslizó, ofreciéndole los agentes la mano para que se agarrara, cosa que no hizo, soltándose y cayendo al agua". El relato continúa describiendo que los policías "se tiraron" al río después de "quitarse los chalecos, zapatos y cinturones".

Realizaron "varias inmersiones sin llegar a encontrar a la víctima y 12 minutos después llegaron los bomberos para buscar el cuerpo, siendo localizado a las 17:07 horas". Se le practicaron las maniobras de reanimación sin éxito.

Para la causa, se tuvieron en cuenta los atestados policiales, declaraciones de testigos y el visionado de cámaras de seguridad. El tribunal ratifica que no se aprecia "indicio alguno de la comisión de un presunto delito de homicidio imprudente".

La actuación policial fue "adecuada"

Añade que la actuación policial fue "legítima, adecuada, prudente y diligente" en todo momento, desde que iniciaron el intento de arresto de Mamouth hasta que trataron de evitar su precipitación al Guadalquivir.

"En la conducta de los agentes no se aprecia ni excesos, ni desproporción. Éstos se limitaron a rodear a la persona que perseguían, pidiéndole que se tranquilizara", justifica la Audiencia. Recalca que el senegalés rechazó "la mano que le ofrecieron los agentes".

"La causa decisiva y eficiente de la caída al río y el posterior ahogamiento de Mamouth no está en la actuación de los agentes. El que Mamouth optase por agarrarse al noray de amarre sin desprenderse de los hatillos y que a continuación cayera al río y se ahogara no era un riesgo previsible", reitera.

Para el tribunal, el hecho de que el después fallecido "pudiera encontrarse cansado por la huida y nervioso ante la posibilidad de que los agentes le dieran alcance y le intervinieran la mercancía, no permite achacar a los agentes el comportamiento arriesgado y peligroso de Mamouth".

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