"El que faltaba": un bar argentino que le da vida a un pueblo de Granada de 50 habitantes
Un hijo y su madre argentinos han reabierto el único bar del pequeño pueblo de Notáez, de 50 habitantes, devolviéndole vida social y sabor a ese rincón de la Alpujarra granadina
Su cocina, sus asados y su cercanía han convertido "El que faltaba" en punto de encuentro para vecinos y visitantes
Granada"Antes de llegar aquí, en Argentina las posibilidades eran muy pocas, necesitábamos buscar nuevos horizontes", explica Gabriel Castro mientras repasa su trayectoria desde su tierra natal hasta la Alpujarra granadina. Con 37 años, este cocinero decidió acompañar a su madre, Marta, de 75, en una aventura que ha terminado por transformar la vida de un pueblo casi olvidado, Notáez.
El pequeño pueblo, perteneciente al municipio de Almegíjar, cuenta con unos 100 vecinos censados, aunque durante el año apenas viven allí unas 50 personas de forma continua. Hace tres años, Gabriel y Marta llegaron a España y pasaron por Alicante antes de encontrar, casi por casualidad, este rincón del sur de España. "Un día, navegando por internet, descubrí Notáez. Vimos que el único bar llevaba cinco años cerrado y hablé con el alcalde. Mi madre y yo decidimos reabrirlo", recuerda Gabriel.
Así nació "El que faltaba", un bar-tienda que en apenas seis meses se ha convertido en punto de encuentro del pueblo y de los visitantes de la zona. "Yo siempre he amado la cocina, y aunque he trabajado de muchas otras cosas, siempre tuve muy claro lo que quería hacer", cuenta Catro. "Mi madre también se ha dedicado a la cocina, así que juntos podemos enseñar nuestra cultura gastronómica".
Un bar sin horarios y con tradiciones que llegan para quedarse
El día a día en el bar tiene sus ritmos propios. Entre semana, las mañanas son tranquilas; los vecinos están trabajando y el local apenas recibe visitantes. Sin embargo, las tardes cambian la escena y siempre hay alguien dispuesto a tomar un café y charlar con los recién llegados. Los fines de semana, en cambio, se han convertido en sagrados. La parrilla se enciende y el aroma de los asados argentinos recorre el pueblo, atrayendo no solo a los residentes de Notáez, sino también a vecinos de poblaciones cercanas. "Queremos que la gente del pueblo se acostumbre a nosotros y que la carne se convierta en una tradición también para ellos", explica Gabriel.
La vida en Notáez es diferente, los días pasan casi en silencio, con lentitud. Entre semana, cuando el bar está más tranquilo, Gabriel se ocupa de otras tareas, trabajando en el campo, realizando labores de mantenimiento en fincas y recolectando leña. "Hay que trabajar, pero estoy muy feliz con este proyecto,nos encanta la gente y el pueblo es precioso". Dice con un acento argentino más que marcado.
Además de la actividad habitual, una vez al mes organizan fiestas a lo grande en el bar, donde los vecinos y visitantes disfrutan de la gastronomía argentina y de un ambiente festivo que recuerda los tiempos en que Notáez era un pueblo más bullicioso y con vida social activa. Gabriel no oculta que este proyecto es también un homenaje a sus raíces, ya que enseñar a los habitantes locales la cultura y la cocina de Argentina es parte de su objetivo.
Un punto de encuentro para los vecinos
"El que faltaba" ha logrado devolver un pulso social al pueblo. Gabriel y Marta han logrado que los vecinos, acostumbrados a la quietud y a la rutina, se encuentren, conversen y disfruten de un lugar donde sentirse a gusto.
Todos son testigos de la relación más que especial que madre e hijo profesan. “Siempre he estado muy unido a mi madre. Cuando ella flaquea, yo la empujo, y si yo me caigo, ella me levanta”, confiesa Gabriel. Una complicidad que se refleja en cada plato y en la acogida que dan a todos los que cruzan la puerta de su bar. "Aquí estamos por casualidad y por la providencia", dice el argentino afincado en Granada, como si todo lo que ha hecho en la vida lo hubiera llevado a este recóndito lugar.
En apenas seis meses, un local cerrado se ha convertido en un espacio vivo, donde la cocina argentina ha tejido una nueva red de relaciones en Notáez.