Llegada masiva de alcas, primas de los pingüinos, a la costa catalana por la fuerza de un temporal: "Están muy débiles"

Agentes Rurales ha registrado cerca de 500 ejemplares de alca torda en el litoral catalán. Esta ave marina propia del Atlántico y de apariencia similar a los frailecillos atrae a vecinos a los puertos desde este fin de semana que el Institut Català d'Ornitologia informó de su presencia. Es un fenómeno curioso de la costa catalana, como el atún Trini que regresa cada año a L'Escala por Navidad. La Generalitat investiga si son portadores de la gripe aviar.

Los expertos corroboran que han llegado "muy débiles" y en un estado de salud "muy deteriorado" y se ha activado al cuerpo de Agentes Rurales que recogen los ejemplares muertos o enfermos y trasladan al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Barcelona.

"Hemos contabilizado 485 alcas vivas y 24 muertas. Este verano se detectaron casos de gripe aviar en alcas del Atlántico y ahora se realizan los análisis pertinentes para descartar que sean portadores del virus", explica a NIUS Joan Lluís Jara, jefe del área básica de Agentes Rurales de la zona del Maresme. La Conselleria de Acció Climática de la Generalitat no ha detectado hasta ahora ningún positivo. Los ejemplares analizados perecieron por "debilidad extrema" y también habían perdido masa muscular.

Aves similares a los frailecillos

Las alcas son pájaros marinos de tamaño similar a las palomas y apariencia similar a los simpáticos frailecillos. Crían en los acantilados del litoral del Atlántico norte, desde la Bretaña francesa hasta Islandia. "Son parientes de los pingüinos y también se zambullen en el agua para pescar. En los años 90 era una especie hibernal frecuente en el Mediterráneo pero en los últimos años ha pasado a ser una especie vulnerable en peligro de extinción a escala mundial por eso nos llama tanto la atención esta entrada masiva a la costa catalana", explica a NIUS Xavier Larruy, biólogo especialista en ornitología que realiza el seguimiento de aves en el Parque Fluvial del Besòs. La principal población de la especie está en Islandia.

Esta llegada masiva, principalmente a la costa catalana, ha traído de cabeza a los ornitólogos: "En los últimos años apenas vemos alcas por aquí. De repente, hace unos días se vio a un centenar a la altura de Malgrat volando hacia Francia y días después apareció esta masa de población justo en Cataluña" relata Larruy.

"Las alcas no cruzan por voluntad propia tierra firme, vuelan junto al litoral y siempre han llegado cruzando el estrecho de Gibraltar. No sabemos por qué hay una población tan grande en la costa catalana y no han quedado ejemplares en las costas de Andalucía o Valencia. También vemos que muchos no se zambullen para pescar alimento", añade.

Arrastradas por fenómenos meteorológicos

Las primeras hipótesis oficiales, tras las muestras analizadas, es que las aves "se han visto arrastradas por fuertes flujos de viento huracanado" que se iniciaron frente a las costas de Portugal y "han cruzado por encima de la península", explican desde Agentes Rurales. Aseguran que han llegado "desubicadas y muy cansadas", sin fuerzas para buscar alimentos.

A los ornitólogos les preocupa ahora su alimento: "Las condiciones del Mediterráneo han cambiado. Este verano la temperatura del agua ha sido 6 grados por encima de la habitual: No sabemos qué pasará con los peces pequeños que son su sustento", explican. Agentes Rurales también ha identificado a ejemplares malheridos que se acercan a anzuelos o arcos de pesca para comer. Los expertos desconocen si pasarán el invierno en el litoral catalán y cuándo recuperarán el rumbo hacia el Atlántico.

"Nunca las había visto por aquí"

Paco Torres, aficionado a la fotografía de aves, sale cada día desde su casa en Sant Adrià del Besós en busca de alcas: "Nunca las había visto por aquí pero desde el sábado he fotografiado casi una veintena", explica. Ha estado en los puertos de Arenys de Mar, Premià de Mar y Parc Fòrum. Cuenta que los ejemplares que ha visto, "a simple vista" nadan en los puertos pesqueros en busca de descartes alimentarios.

Los últimos temporales han arrastrado otras especies marinas del Atlántico a tierra firma como la gaviota tridácticla encontrada en embalses del interior de Cataluña o un falaropo picogrueso en Lleida.